Qué buena suerte hemos tenido. Para mí es evidente desde el primer momento que le vimos las orejas a la pandemia; buena suerte que un Gobierno como el que tenemos, una Coalición de Izquierdas que, pasado un año -y sobre todo en estos últimos ocho meses- bajo medidas restrictivas en conflicto con los derechos humanos básicos sin la menor duda, con un Gobierno de Derechas viviríamos ahora un auténtico Estado de Sitio. El Gobierno actual, hay que dejarlo claro, es el primer gobierno de coalición en estos cuarenta años (podríamos decir ochenta) que llevamos sometidos de un modo u otro a un modelo de Estado, herencia directa de Dictador, que coarta, limita y avala el ejercicio del Poder Político según quien gobierne, según el color de los gobernantes de turno. El PSOE -con la excepción del Ejecutivo bajo la dirección de Zapatero- se mostró, como se suele decir, como un Partido de Estado y sin duda alguna lo fue, y aún sus figuras fácticas lo son, con todo lo que ello significa de inmovilism
“Andar ergueitos, falar forte e nunca máis esquecer o noso norte."