La Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres adoptada el 18 de diciembre de 1979 por la Asamblea General de las Naciones Unidas establece en su artículo 6 que los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para suprimir todas aquellas formas de trata de mujeres y explotación de la prostitución de la mujer. Podemos indicar que desde la ONU se redacta una declaración de principios de carácter abolicionista. La última edición de la revista Atlánticas. Revista Internacional de Estudios Feministas analiza la prostitución como aquella forma de dominación patriarcal de los hombres a las mujeres, un mecanismo que posibilita “el deseo masculino se imponga mediante una transacción económica que forma parte del continuum de devaluación de las mujeres y de negación e invisibilización de su subjetividad (sexual)” como explica Beatriz Ranea (2018) en la presentación de este monográfico. De esta manera, la
“Andar ergueitos, falar forte e nunca máis esquecer o noso norte."