Por David Cronin / The Electronic Intifada /Resumen de Medio Oriente, 5 de diciembre de 2025.
Elbit Systems es el mayor proveedor de drones de Israel. (Duncan Cumming / Flickr)
¿Recibirán pronto los fabricantes de armas de Israel mayor financiación de la Unión Europea?
Michael Mann, embajador de la UE en Tel Aviv, ha dejado entrever claramente que se está considerando esa posibilidad.
Recientemente visitó el Technion, una universidad israelí que también funciona como laboratorio para la industria armamentística, donde participó en una mesa redonda titulada «El dilema del doble uso». El término «doble uso» se refiere a la tecnología con aplicaciones tanto militares como civiles.
Mann y sus colegas funcionarios de la UE, que en teoría son servidores públicos, no quieren que el público sepa demasiado sobre sus actividades.
Después de que presenté una solicitud de libertad de información, el servicio diplomático de la UE confirmó que los colegas de Mann habían preparado un documento informativo como preparación para su viaje al Technion.
Según el servicio diplomático, «este documento contiene información de referencia sobre los desafíos éticos y de rendición de cuentas en la investigación y el desarrollo, en particular en áreas donde las tecnologías pueden tener aplicaciones tanto civiles como militares. Esto incluye consideraciones internas y preliminares sobre las implicaciones de la investigación de doble uso, cuestiones de responsabilidad en la innovación científica y maneras en que las instituciones de investigación pueden mantener los estándares éticos, cumplir con las obligaciones en materia de derechos humanos y mantener la confianza pública durante períodos de crisis nacional».
El servicio diplomático ofreció entonces algunas excusas para justificar que el documento en cuestión debía permanecer en secreto.
Entre esas excusas se encontraba que «exponer» evaluaciones internas sobre la participación de Israel en actividades de investigación financiadas por la UE «sería percibido negativamente por Israel». La publicación del documento «también obstaculizaría el clima de confianza mutua necesario para un intercambio abierto con las autoridades e instituciones académicas israelíes».
Las excusas son nauseabundas. ¿Por qué los diplomáticos de la UE quieren preservar una atmósfera de confianza mutua con un Estado que comete un genocidio?
La insistencia en mantener el secreto debe despertar sospechas de que un número significativo de funcionarios de la UE están a favor de ayudar a los fabricantes de armas de Israel de una manera más directa y descarada que lo hecho hasta ahora.
Los organizadores del evento del Technion, al que asistió Michael Mann, sin duda eran conscientes de que la UE estaba tomando medidas para impulsar la industria armamentística. Apenas unos días después de dicho debate, los gobiernos de la UE decidieron ampliar el alcance de su programa de investigación Horizonte Europa para eliminar las restricciones a la financiación del desarrollo armamentístico.
Israel ya es un beneficiario clave de Horizonte Europa. La prohibición declarada de financiar armas no ha impedido que la industria armamentística israelí reciba subvenciones destinadas a investigación supuestamente civil.
La prohibición tampoco ha impedido que participen empresarios con fuertes vínculos con el comercio de armas.
Yehuda Borenstein trabajó para Elbit Systems , el principal proveedor de drones utilizados para matar palestinos, desde 1995 hasta 2020. Hoy preside RepAir, una empresa que ha recibido una nueva subvención de investigación de la UE por valor de casi 3 millones de dólares.
RepAir se centra en la captura directa de aire: una solución tecnológica para el calentamiento global, si uno cree en las propagandas.
Eso lo pone todo en orden para los funcionarios de Bruselas. La subvención a RepAir puede presentarse como una contribución a la implementación de políticas verdes, e ignorar el cuarto de siglo de Borenstein en la industria armamentística.
Rechazado
Afortunadamente, en el mundo real hay muchas personas conscientes que no están dispuestas a dejarse engañar.
Las universidades irlandesas han recibido muchas críticas por asociarse con el Technion durante la guerra genocida de Israel en Gaza.
En el University College de Dublín, dos estudiantes fueron citados a una audiencia disciplinaria esta semana. La administración del UCD alega que podrían haber incumplido un código de conducta.
Los estudiantes en cuestión se han unido a las protestas contra la cooperación de la UCD con el Technion. El procedimiento disciplinario se produce tras un largo periodo en el que los manifestantes de la UCD han estado bajo vigilancia.
Mientras tanto, la Universidad de Galway está coordinando un proyecto de investigación financiado por la UE en el que participa el Technion.
Esa universidad ha citado asesoramiento legal como razón por la que no puede retirarse del proyecto a pesar de haberse comprometido a cortar todos los vínculos con Israel.
La universidad intenta evadir el escrutinio sobre este asunto. Cuando presenté una solicitud de acceso a la información para obtener asesoramiento legal sobre el proyecto, la universidad se negó a facilitarla.
El asesoramiento de un abogado anónimo fue “impartido de manera estrictamente confidencial”, afirmó la administración de la universidad.
La Universidad de Galway ahora se encuentra siendo rechazada.
Margaretta D’Arcy, artista y activista, fue encarcelada en 2014 por protestar en la pista contra la conversión del aeropuerto de Shannon en una base militar estadounidense de facto. Falleció el mes pasado a los 91 años.
D’Arcy manifestó su disgusto por la alianza con el Technion durante las últimas semanas de su vida. Devolvió un doctorado honoris causa de la Universidad de Galway.
La actriz Olwen Fouéré y la cineasta Margo Harkin rechazaron títulos honoríficos de la universidad por el mismo motivo.
Estos artistas han subrayado que la cooperación con Israel es imperdonable.
Las posturas de principios que adoptan representan la antítesis misma de la cobardía abyecta de la UE. Más de dos años después del inicio del genocidio en Gaza, diplomáticos bien pagados aún se resisten a ofender al Estado que perpetra dicho genocidio.