Sáhara Occidental. La Confederación Intersindical denuncia la maniobra de Estados Unidos para imponer el plan marroqu
En nombre de la Confederación Intersindical manifestamos nuestra más profunda
preocupación y rechazo ante la política desplegada por los Estados Unidos de América en
relación con el conflicto del Sáhara Occidental. Resulta inaceptable el apoyo a la ocupación
marroquí del territorio saharaui que condena al pueblo saharaui a la imposibilidad de ejercer
su derecho a la autodeterminación.
Desde 2020, Estados Unidos reconoció de modo formal la soberanía del Reino de
Marruecos sobre el Sáhara Occidental y se posicionó a favor del plan de autonomía
formulado por Marruecos como “única base” para la solución del conflicto. Esta decisión
supone una clara desviación de los principios básicos de la descolonización, entre los que
se encuentra el derecho de los pueblos colonizados a decidir libremente su futuro político.
El apoyo —político y diplomático— de los EE. UU. al plan marroquí no puede interpretarse
como una postura neutra ni conciliadora: se trata de una apuesta activa por la permanencia
del control marroquí sobre el territorio, sin que el pueblo saharaui participe en condiciones
de igualdad y sin que el mecanismo de un referéndum libre sea garantizado. El Frente
Polisario y la representación saharaui han denunciado repetidamente que cualquier
iniciativa que no contemple la independencia o libre determinación del pueblo saharaui es
una maniobra unilateral que carece de legitimidad.
Desde nuestra confederación consideramos que:
- La ocupación marroquí del Sáhara Occidental —que la ONU califica aún como
territorio pendiente de descolonización— debe cesar y debe garantizarse el derecho
del pueblo saharaui a la autodeterminación, en cumplimiento de las resoluciones
pertinentes. - El respaldo de los EE. UU. al plan de autonomía marroquí constituye un grave
precedente: legitima un modelo de “autonomía” bajo soberanía de la potencia
ocupante, cuando lo que corresponde es un mecanismo que permita un referéndum
libre y justo entre todas las opciones, incluida la independencia. - La postura de Estados Unidos debilita la función del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas y de la comunidad internacional para asegurar una solución
basada en el derecho internacional y no en acuerdos bilaterales entre potencias que
ignoran al verdadero sujeto del conflicto: el pueblo saharaui. - Es imprescindible que la comunidad internacional —movimientos sindicales,
sociales, parlamentarios y gubernamentales— impulse una acción de presión para
que se revierta esta posición y se reanude de forma efectiva el proceso de la ONU
para la descolonización del Sáhara Occidental, con plenas garantías democráticas y
participación del pueblo saharaui.
Por todo ello, la Confederación Intersindical exige a la Comunidad Internacional, a la Unión
Europea y al gobierno español que:
● Condenen el respaldo norteamericano al plan marroquí y soliciten el respeto de la
legalidad internacional.
● Apoyen al Frente Polisario como representante legítimo del pueblo saharaui en los
foros internacionales, tal como lo reconocen diversas resoluciones de la ONU.
● Exijan la celebración de un referéndum de autodeterminación bajo la supervisión de
la ONU, sin exclusiones ni condicionamientos de la potencia ocupante.
● Promuevan la solidaridad con la causa saharaui y con los trabajadores y pueblos del
Sáhara Occidental que sufren las consecuencias de la ocupación: represión,
limitación de derechos, desplazamiento forzoso y explotación de recursos.
● Rechacen que se considere el conflicto como cerrado; al contrario, como señala el
Frente Polisario, «la cuestión del Sáhara Occidental no está ni estará cerrada»
mientras no se alcance una solución plena e inclusiva.
Con esta declaración la Confederación Intersindical reafirma su compromiso con la
emancipación de los pueblos, la defensa de los derechos laborales y humanos y la
construcción de un mundo más justo. No aceptamos que los intereses geopolíticos o
económicos avasallen los derechos del pueblo saharaui. Exigimos que el principio de
autodeterminación —columna del derecho internacional— prevalezca por encima de los
planteamientos de dominación o de ocupación encubierta.