Brasil. Lula nombra a Guilherme Boulos ministro de Presidencia: un gesto hacia los movimientos sociales y la agenda antirracista
El actual diputado del PSOL e histórico referente del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) asumirá la Secretaría General de la Presidencia en reemplazo de Márcio Macêdo. Su llegada al Planalto refuerza el vínculo del gobierno con los movimientos populares y amplía el potencial de articulación de la agenda antirracista dentro del Ejecutivo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció este lunes el nombramiento de Guilherme Boulos como nuevo ministro jefe de la Secretaría General de la Presidencia de la República, en reemplazo de Márcio Macêdo, quien deja el cargo para postularse a las elecciones legislativas de 2026.
El anuncio se realizó a través de un comunicado oficial del Palacio de Planalto y se formalizará en el Diario Oficial de la Unión. “He invitado al diputado Guilherme Boulos a asumir el cargo de ministro de la Secretaría General de la Presidencia”, escribió Lula en sus redes sociales, agradeciendo a Macêdo “toda su labor para ampliar y fortalecer la participación social” en el gobierno.
Boulos, de 43 años, es uno de los principales referentes de la izquierda brasileña contemporáneo. Nacido en São Paulo, filósofo de formación y militante desde su adolescencia, ha dedicado más de dos décadas al Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), del que fue uno de sus principales líderes. Su trayectoria está marcada por la defensa del derecho a la vivienda, la justicia social y una concepción de la política enraizada en las luchas populares urbanas.
En su primer mensaje tras la designación, Boulos agradeció a Lula la confianza y señaló que su “principal misión será ayudar a llevar el Gobierno a las calles, dando a conocer sus logros y escuchando las demandas populares en todos los estados de Brasil”.
El nuevo ministro asume un rol clave: la Secretaría General de la Presidencia es el organismo encargado de articular el diálogo entre el Ejecutivo, los movimientos sociales y la sociedad civil. En este sentido, su nombramiento representa un giro simbólico y estratégico dentro del gobierno: colocar al frente de esa área a un dirigente forjado en los movimientos de base, capaz de tender puentes entre el Planalto y los sectores populares.
Durante su campaña a la Alcaldía de São Paulo en 2024 —en la que contó con el apoyo explícito de Lula—, Boulos ya había delineado un horizonte político de fuerte contenido humanista y antirracista. “Es posible gobernar esta ciudad con más humanismo, mirar a la periferia, gobernar para los niños negros y las mujeres negras, para los que son perseguidos”, dijo entonces el presidente al lanzar su candidatura.
Boulos asumió ese mensaje como propio al prometer “un shock de humanidad” para São Paulo, planteando una gestión orientada a combatir las desigualdades estructurales, el analfabetismo y la exclusión en las periferias. Esa visión, que articula derechos sociales, justicia racial y sostenibilidad urbana, ahora se proyecta a escala nacional desde el corazón del gobierno.
La designación también tiene lectura política interna. En un momento en que Lula busca consolidar su base de cara a 2026, el ingreso de Boulos al gabinete equilibra la presencia de figuras más moderadas y refuerza la sintonía con el PSOL, los movimientos de vivienda y las organizaciones negras y populares que fueron decisivas en la resistencia al bolsonarismo.
Con su llegada al Planalto, Boulos encarna la posibilidad de potenciar la agenda popular y antirracista dentro del gobierno, en un Brasil donde las periferias —negras, jóvenes, trabajadoras— siguen siendo las más golpeadas por la desigualdad.