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Uruguay ante el horror en Gaza y Cisjordania

 


La catástrofe humanitaria se ha agravado en Gaza bajo el fuego de Israel, un verdadero enclave colonial e imperialista. En efecto, Israel lleva una política sistemática de conquista, ocupación, desplazamiento y apartheid, que intenta eliminar la posibilidad de la constitución de un Estado palestino soberano. Por ejemplo, el 21 de mayo, el primer ministro Benjamín Netanyahu reconoció haber permitido el financiamiento de Hamas desde 2018, para dividir a los palestinos.

El actual ministro israelí Bezalel Smotrich propuso en 2017 un “plan decisivo” que deja a los palestinos tres opciones: sumisión, emigración o eliminación física. Esa lógica encontró amplia recepción en la población de Israel tras el ataque del 7 de octubre de 2023.

Hoy, en Gaza, la estrategia israelí de tierra arrasada combina bombardeos masivos con el bloqueo de recursos básicos como agua, comida y medicina, provocando decenas de miles de muertes y desplazamientos forzados. La ayuda humanitaria es gestionada con fines militares por la Fundación GHF, una ONG vinculada a exagentes de seguridad estadounidenses, que reemplaza a la agencia de la ONU (UNRWA). Israel desacredita el todo el sistema de la ONU hace décadas. Hoy califica a sus funcionarios de “antisemitas”.  

El gobierno de Israel intenta establecer una ocupación permanente sobre Gaza y, simultáneamente, utiliza fuerzas paramilitares para expulsar familias palestinas de Cisjordania para ampliar los asentamientos ilegales. El 30 de mayo, el ministro Israel Katz refirmó la estrategia territorial israelí: «Que reconozcan a Palestina en el papel, nosotros lo construiremos (Israel) en el terreno.»

La ofensiva militar en Gaza no solo responde a intereses geopolíticos. También está acicateada por la necesidad de Netanyahu de sostenerse políticamente frente a serias acusaciones de corrupción.

En Uruguay, el presidente Orsi se diferencia de la obsecuencia del gobierno de Lacalle Pou. Sin embargo, el gobierno frenteamplista presenta diferencias y matices respecto al Frente Amplio. El gobierno adopta una postura cauta y diplomática. Prefiere no hablar de genocidio. El Frente Amplio ha condenado con mayor contundencia la ofensiva israelí, señalando la catástrofe humanitaria, los crímenes de guerra, el apartheid y rasgos de genocidio. Estas diferencias reflejan dos enfoques: uno más liberal y cauto respecto a las relaciones con Israel y EE.UU.; otro más crítico con la estructura imperialista del conflicto, preocupado con el régimen autoritario de Netanyahu y sobre todo enfocado en la ética de los derechos humanos.

Resulta imprescindible coordinar los roles y posiciones entre el gobierno y la fuerza política. Por ello proponemos:

  1. condena oficial al ataque a civiles, pedir el alto el fuego y abrir corredores humanitarios a cargo de la ONU;
  2. respaldo a la Corte Penal Internacional y al caso de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia;
  3. promoción de una declaración junto a otros países por el reconocimiento de un Estado palestino soberano con las fronteras de 1967;
  4. congelamiento de las relaciones con Israel, llamar a consulta al embajador uruguayo en Israel y revisión de los acuerdos bilaterales con Israel;
  5. seguimiento parlamentario del conflicto a través de las Comisiones de Asuntos Internacionales y Derechos Humanos.

Estas acciones buscan complementar acciones y alinear la política exterior uruguaya con su tradición de defensa de los derechos humanos y del derecho internacional.

Cerro de Montevideo, 2/6/25