Las autoridades gazatíes elevan a más de cien los asesinados y cerca de 500 los heridos en este tipo de ataques
Al menos 27 palestinos han sido asesinados este martes tras ser tiroteados en el marco de una entrega de ayuda humanitaria por parte de una fundación respaldada por Israel y Estados Unidos en Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, según han denunciado las autoridades gazatíes, que han acusado a las tropas israelíes de abrir fuego contra estas personas.
"El balance de la masacre cometida por la ocupación contra ciudadanos que esperaban para coger ayuda en la zona designada para su distribución en Al Alam, Rafá, asciende a 27 mártires y más de 90 heridos llegados a los hospitales hasta ahora, incluidos casos graves", ha indicado el Ministerio de Sanidad gazatí a través de un mensaje publicado en su cuenta en Telegram.
Las autoridades de Gaza no han dado por ahora más detalles sobre el suceso, que llega entre denuncias sobre el asesinato de decenas de personas por disparos de las tropas israelíes durante los últimos días en estos procesos de entrega de ayuda humanitaria a la población civil.
Por su parte, el Ejército de Israel se ha excusado alegando que sus tropas han realizado disparos contra "sospechosos que avanzaron hacia las fuerzas (israelíes)" después de efectuar disparos al aire tras detectar a varias que "se desviaron de las rutas de acceso" establecidas para llegar al punto de entrega de ayuda.
Más de cien asesinados en estos ataques
En este sentido, la oficina de prensa de las autoridades de Gaza ha acusado a Israel de "cometer una nueva masacre" en Rafá y ha elevado en su cuenta en Telegram a 102 los asesinados y 490 heridos por disparos durante las entregas de ayuda durante los últimos ocho días.
"La ocupación israelí convierte los centros de distribución de ayuda estadounidense-israelí en trampas mortales masivas", ha dicho, al tiempo que ha manifestado que estos incidentes "son parte de un dudoso proyecto bajo supervisión de la ocupación israelí y promovido bajo el disfraz de una 'respuesta humanitaria' mientras los asesinatos tienen lugar en directo y se perpetra un genocidio sistemático".
En este sentido, ha subrayado que "los llamados centros de distribución de 'ayuda', establecidos en zonas expuestas y peligrosas bajo control del Ejército de ocupación, se han convertido en baños de sangre, atrayendo a civiles famélicos a causa de la hambruna y el duro cerco".
"Son tiroteados de forma deliberada, a sangre fría, en una muestra de la maldad del proyecto que expone su verdadero objetivo", ha argumentado, al tiempo que ha esgrimido que estos lugares "no son objeto de ninguna supervisión humanitaria independiente", lo que "los convierte en puntos de asesinato bajo una falsa cobertura humanitaria".
Por ello, ha hecho a Estados Unidos "directamente responsable del uso de la comida como un arma en la guerra de exterminio en Gaza" y ha insistido en que los repetidos incidentes de este tipo "revelan que lo que está pasando es el uso deliberado de la ayuda como una herramienta de asesinato y limpieza étnica, lo que se enmarca en el crimen de genocidio según la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948".
"Pedimos a Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad y las organizaciones humanitarias que asuman sus responsabilidades morales y legales y que adopten acciones inmediatas, presionando con todos los medios disponibles para abrir los pasos (fronterizos) oficiales sin interferencia o condiciones por parte de la ocupación", ha explicado.
Por último, ha reclamado "la formación urgente de un comité de investigación internacional e independiente para documentar estas masacres y llevar a sus responsables ante la justicia internacional". "Advertimos sobre las consecuencias del silencio internacional, que supone una luz verde para nuevas masacres", ha agregado.
"La continuación de esto crímenes, en medio de un vergonzoso silencio internacional, suponen una mancha para la humanidad y demuestran que la ocupación sigue perpetrando las formas más atroces de genocidio frente a las cámaras del mundo, sin que haya disuasión ni rendición de cuentas", ha apostillado.
Hamás habla de "trampa destinada a humillar"
A las críticas se ha sumado Hamás, que señala el suceso como parte del genocidio y ha manifestado que "atacar a los hambrientos cuando buscan comida revela la cara fascista de la ocupación, que usa el hambre y los bombardeos como herramientas de asesinato y desplazamiento como parte de un plan para vaciar Gaza de su población".
"El crimen ha tenido lugar en el marco del 'mecanismo israelí-estadounidense' de distribución de ayuda, convertido en una trampa destinada a humillar a la gente, no a darle ayuda", ha criticado, antes de insistir en que Israel "tiene total responsabilidad en estas masacres", según ha recogido el diario palestino 'Filastin'.
"Estos degradantes mecanismos fuerzan a los civiles a arriesgar su vida para obtener paquetes de ayuda, en un crimen complejo que combina el hambre con el asesinato deliberado", ha denunciado el grupo, que ha pedido a la ONU que "detenga inmediatamente este mecanismo y abra corredores humanitarios seguros bajo supervisión internacional, lejos del control por parte de la ocupación".
El suceso ha tenido lugar un día después de que las autoridades de Gaza denunciaran tres asesinados en un incidente similar y tras el asesinato el domingo de más de 30 palestinos en otro suceso de estas características, lo que llevó al secretario general de la ONU, António Guterres, a pedir una investigación "inmediata" e "independiente".
"Es inaceptable que los palestinos arriesguen sus vidas para obtener comida", dijo, antes de recalcar que la investigación es necesaria para que "los responsables rindan cuentas". Así, recordó que "Israel tiene claras obligaciones, en virtud del Derecho Internacional Humanitario, a la hora de aceptar y facilitar la entrega de ayuda humanitaria".
"Debe restablecerse de inmediato la entrada sin trabas de asistencia a gran escala para satisfacer las enormes necesidades en Gaza", sostuvo, al tiempo que manifestó que "la ONU debe poder trabajar con seguridad y en condiciones de pleno respeto a los principios humanitarios".
"Sigo pidiendo un alto el fuego inmediato, permanente y sostenible. Todos los rehenes deben ser liberados de forma inmediata y sin condiciones. Es el único camino para garantizar la seguridad de todos", esgrimió Guterres, quien dijo que "no hay una solución militar al conflicto".