Operación «Anuncio de la Victoria»
Los ataques están enmarcados en la operación «Anuncio de la Victoria» (Busharat al-Fatḥ), con la cual respondió a la ofensiva conjunta de Estados Unidos e «Israel» contra las instalaciones nucleares en Fordow, Natanz e Isfahán.
En una declaración posterior a la exitosa operación de represalia, las fuerzas armadas iraníes calificaron la agresión estadounidense como una clara violación del derecho internacional.
Bajo la directiva del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y el mando del Cuartel General Central de Khatam al-Anbiya, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), fue utilizado el código sagrado “Ya Aba Abdillah al-Hussain (AS)”, para lanzar un poderoso y devastador ataque con misiles contra la base de Al Udeid en Qatar.
Esta base sirve como cuartel general del Comando de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y representa el activo más estratégico en Medio Oriente.
Conforme al comunicado, el mensaje de esta acción decisiva de los hijos de la nación en las fuerzas armadas a la Casa Blanca y sus aliados es claro y directo.
La República Islámica de Irán “nunca dejará sin respuesta ninguna violación de su integridad territorial, soberanía o seguridad nacional”.
Irán advierte a EE. UU. e “Israel”: la era del ‘golpe y fuga’ terminó
De acuerdo con las fuerzas armadas iraníes, la reciente embestida estadounidense reveló la maldad sionista como la extensión de la estrategia de Washington.
Las bases militares de EE. UU. en la región son vulnerabilidades críticas, no fortalezas, y representan el talón de Aquiles de su presencia militar en Medio Oriente.
En vísperas del mes de Muharram, el ejército iraní declaró la era del “golpe y fuga” y advirtió de cualquier nueva acción hostil y la aceleracion del colapso militar estadounidense en la región.
Además de señalar el retiro forzoso de EE. UU., marcaría el inicio del fin del ente sionista, un objetivo compartido por la Ummah islámica y las naciones en la lucha por la libertad.
Irán responsabilizó al régimen israelí de provocar esta escalada al implicar a Estados Unidos en ataques contra las instalaciones nucleares de Natanz, Isfahán y Fordow, en grave violación del derecho internacional y del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Los ataques anteriores de «Israel» causaron la muerte de comandantes, científicos y civiles iraníes.
En respuesta, las fuerzas armadas iraníes lanzaron una serie de ofensivas contra centros militares, de inteligencia e industriales israelíes estratégicos desde el 13 de junio, y reafirmaron su capacidad ofensiva y el compromiso de defender la soberanía nacional ante cualquier agresión.
Respuesta legítima al ataque de Estados Unidos
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional calificó la operación como una respuesta legítima al «acto descarado y agresivo» de EE. UU.
Con anterioridad, las autoridades instaron a los países vecinos a no permitir el uso de su territorio para ataques contra Irán.
En este sentido, la base alcanzada estaba ubicada lejos de áreas civiles en Qatar y no supuso riesgo alguno para la infraestructura urbana o la población.
Teherán reafirmó su compromiso con las relaciones amistosas con Doha.
El objetivo militar fue seleccionado con precisión para evitar daños colaterales. La acción fue ejecutada con plena coordinación y evaluación estratégica.
Horas antes de la operación, Qatar cerró su espacio aéreo, mientras su embajada de EE. UU. en Doha evacuó a su personal, en previsión de la respuesta iraní.
Alerta máxima en la región
Según el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, la operación fue ejecutada con misiles en número equivalente a las bombas utilizadas por Estados Unidos en su ataque previo, y estuvo enfocado en infraestructuras militares estadounidenses, sin amenazar a países árabes vecinos.
Tres misiles impactaron la base y cazas y barcos estadounidenses comenzaron a retirarse del espacio aéreo y las aguas del golfo, informó la television iraní.
El corresponsal de Al Mayadeen en Teherán detalló que el blanco de la operación fue estrictamente militar y descartó intenciones contra Qatar u otros estados árabes.
Qatar, EAU y Bahréin toman precauciones
Previo al ataque, las autoridades qataríes cerraron su espacio aéreo y la embajada de EE. UU. en Doha evacuó a su personal como medida preventiva. Posteriormente, Irán declaró que la base atacada se encuentra lejos de zonas residenciales y reafirmó que esta acción no representa ninguna amenaza para Qatar ni para su población. “La República Islámica mantiene y continuará sus estrechas relaciones históricas con el Estado amigo y hermano de Qatar”, señaló el Consejo de Seguridad Nacional iraní.
Los Emiratos Árabes Unidos anunciaron el cierre temporal de su espacio aéreo, y Bahréin suspendió el tráfico aéreo como medida precautoria. Ambos países declararon que siguen de cerca la evolución regional, en coordinación con sus socios internacionales. A su vez, medios israelíes informaron que el ataque iraní fue más amplio de lo estimado inicialmente, lo que incrementó las alarmas en toda la región.
Máxima alerta en bases de EE. UU. en Irak y Siria
En Irak, fuentes militares confirmaron a Reuters que se declaró el estado de alerta máxima en la base aérea de Ain al-Asad, donde se emitieron órdenes de dirigirse a refugios. De forma paralela, fuerzas estadounidenses en la base de Qasrak, al noreste de Siria, también fueron puestas en alerta total, ante la posibilidad de nuevos ataques.
Según el New York Times, funcionarios iraníes coordinaron previamente la operación con el gobierno qatarí para evitar daños colaterales. En Washington, NBC News reportó que Donald Trump, junto al secretario de Defensa y el jefe del Estado Mayor, permanece en la sala de operaciones monitoreando los acontecimientos.
Unidad interna y ofensiva estratégica
El primer vicepresidente de Irán, Mohammad Aref, escribió en la red «X» que la unidad nacional es la clave de la victoria, y que el pueblo iraní, guiado por el Líder de la Revolución y apoyado por sus fuerzas armadas y diplomáticos, prevalecerá ante la agresión extranjera.
Esta escalada marca una nueva fase del conflicto, con implicaciones estratégicas en todo Oriente Medio. Irán ha reforzado su doctrina de respuesta proporcional y de defensa regional ante la intervención estadounidense-israelí, mientras el equilibrio militar en la región se altera de forma acelerada.
Expansión del conflicto más allá de Palestina
La respuesta iraní tras los ataques a su territorio extendió más allá de las fronteras de Palestina ocupada, y alcanzó de manera directa infraestructuras militares estadounidenses en el golfo.
Teherán advirtió de la respuesta firma a cualquier agresión en su contra.
La expansión del conflicto a Qatar e Irak marca un giro estratégico, el cual podría alterar los equilibrios militares en el golfo e implicar de manera directa a terceros países en una guerra regional de gran escala.