A publicación do libro de Ton Blanco sobre as vítimas do franquismo en Ferrolterra, Eume e Ortegal reforza a esixencia veciñal de abrir ao público o muro de fusilamento de San Felipe como lugar de memoria
Familiares de represaliados por el franquismo en Ferrolterra, Eume y Ortegal han iniciado una campaña de recogida de firmas para exigir al Concello de Ferrol la apertura inmediata del acceso al muro del castillo de San Felipe, lugar donde fueron fusiladas decenas de personas durante la dictadura.
El castillo, una de las principales fortalezas históricas de la ría de Ferrol, alberga en su interior un muro que sirvió como paredón de ejecución para militares, maestros, sindicalistas, comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos y galleguistas, entre otros, cuya única culpa fue «defender la legalidad de la República o pensar diferente aos fascistas», tal como denuncian los promotores de la iniciativa.
Según relatan, el portalón que da acceso a este espacio permanece cerrado, lo que impide a familiares y visitantes conocer de cerca uno de los escenarios más duros de la represión franquista en la comarca. «Perpetuar esta marginación négaselles aos familiares o dereito a dignificalos no lugar exacto onde foron executados», lamentan.
La reivindicación ha cobrado fuerza en los últimos meses con la presentación del libro Memorial e Monumento ás vítimas do franquismo en Ferrolterra, Eume e Ortegal, de Ton Blanco, que rescata la memoria de los fusilados y señala lugares como el muro de San Felipe como hitos de la memoria democrática.
Los impulsores de la recogida de firmas, que comenzó en O Barqueiro y recorrerá toda la comarca, reclaman al Concello y, en especial, a la Concejalía de Cultura, que cumpla su compromiso y la Ley de Memoria Democrática: abrir el muro al público, instalar paneles explicativos y difundir su existencia en la web municipal y en los folletos turísticos del castillo.
«Que se abra o portalón e se manteña sempre limpo e adecentado ese lugar como testemuña de que nunca máis outro muro do fascismo asasino», concluyen los convocantes.