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Entretenerse votando Genocidio en Gaza

 





Propaganda en tiempo de guerra


La actuación de la cantante israelí Yuval Raphael, presentada como «una víctima» de los ataques del 7 de octubre, fue una operación de imagen cuidadosamente diseñada. No es ninguna teoría conspirativa: el sionismo lleva décadas invirtiendo en cultura pop como instrumento de blanqueamiento. Lo hemos visto con series, películas, campañas publicitarias. Este año lo vimos en Eurovisión, donde cada plano, cada lágrima, cada verso hablaba de un país que sufre… sin mencionar ni una sola vez que ese país está ejecutando bombardeos sobre hospitales, escuelas, campos de refugiados.

Israel jugó al sentimentalismo y le funcionó. Jugó a victimizarse y consiguió que millones de europeos olvidaran, o eligieran ignorar, que mientras esa artista cantaba sobre un “nuevo día que amanecerá”, en Gaza los cuerpos de niñas y niños eran sepultados bajo los escombros. Esto además estaba sucediendo literalmente en el momento de la actuación.