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Euskal Herria. Una multitud recordó en Gernika el Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca) / Reivindicaron la Independencia y el Socialismo

 



Gernika fue el epicentro de una nueva reivindicación identitaria del pueblo vasco que anhela su independencia. Este domingo, las calles del pueblo que fue bombardeado por los fascistas y nazis causando un genocidio, se llenaron de ikurriñas y banderas rojas y palestinas, para recordar el Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca). Convocó la manifestación y el resto de actividades la Coordinadora Jardun, organización que proclama su lucha en defensa de la unidad de la clase trabajadora vasca y “por la independencia y el socialismo”.


Una multitud mayoritariamente juvenil sumada a la presencia de veteranos referentes de la lucha popular en Euskal Herria, recorrieron bajo un diluvio las principales calles y avenidas de Guernica proclamando su solidaridad y exigencia de Amnistía para los presos y presas vascas que aún se hallan cumpliendo prolongadas penas de prisión, pero también en todo momento se lanzaron consignas en apoyo a la Resistencia palestina que lucha contra la invasión de su territorio por los sionistas.

Luego, en el acto político que se iniciara al son de la txalaparta (instrumento ancestral de Euskal Herria), se leyó un comunicado del Frente Popular por la Liberación de Palestina (FPLP), describiendo la lucha del pueblo palestino como fundamental para lograr expulsar a los criminales israelíes que han provocado un genocidio brutal en Gaza y en Cisjordania ocupada. Al término del mismo, cientos de militantes prorrumpieron en gritos de apoyo a “Palestina libre”.

Luego, una de las referentas de la Coordinadora Jardún expuso la situación actual del pueblo trabajador vasco ante el avance del capitalismo, el racismo y el patriarcado, convocando a luchar denodadamente para hacerles frente en nombre de la dignidad de un pueblo que ha luchado siempre contra sus invasores.

Quedó claro en el discurso que el “camino de la libertad” no puede alcanzarse a través de las instituciones de Francia y España, y han proclamado que la unidad de los trabajadores debe construirse sobre la confrontación con esos Estados.

En opinión de los miembros del movimiento, “el País Vasco es una llama que se debilita bajo la estrategia asimilacionista de los estados, que persiste por la terquedad de los subyugados y crece gracias a la aportación de la lucha”. En este contexto, creen que el futuro del País Vasco debe ser construido por los oprimidos, porque ellos sufren en primera persona las injusticias. “La burguesía y sus verdugos, si bien no quieren mejorar su posición, se sienten cómodos con el statu quo .”

Han acusado a la burguesía de obtener “bellos beneficios” a costa de estrategias y marcos de destrucción del País Vasco, y han situado en este contexto el proceso de militarización de los últimos meses. “El burgués siempre encontrará, a pesar de la muerte y la miseria, dónde obtener ganancias”, condenaron.

Jardun considera que “planteamientos como la sumisión, la reconciliación y la coexistencia sólo fortalecen al enemigo”, y proclama que “sólo la unidad de los oprimidos del País Vasco permitirá la realización del País Vasco”. Por ello, la coordinadora ha defendido la confrontación con los estados: “Tenemos claro que la realización del País Vasco pasa por la independencia y el socialismo”.

El acto concluyó con todas y todos los presentes cantando La Internacional y el Eusko Gudariak (Himno del guerrillero vasco).

Luego de una comida popular que llenó por completo el amplio aforo del Centro social Astra, hubo música reivindicativa y con repetidas consignas contra el fascismo y por la independencia (a cargo de Andoni Ollorquiegi), bailes espontáneos, y por último un esperado concierto con la presencia entre otros de los italianos de la Banda Bassotti, que contó con la presencia de cientos de jóvenes.