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Una calle para “Angelita”, la deuda pendiente de Ferrol con la gran inventora

 Este viernes se cumplen 130 años del nacimiento de Ángela Ruiz Robles, precursora del libro electrónico y una visionaria de su época


Aunque leonesa de nacimiento, Ángela Ruiz Robles es un poco ferrolana también. Aquí pasó gran parte de su vida y aquí fue enterrada, y también aquí forjó su leyenda. Lamentablemente, como ha ocurrido tantas veces, no fue hace mucho que se dio valor a todo lo que había hecho durante sus años de docencia en Ferrol.


Nació en Villamanín, León, el 28 de marzo de 1895. Se formó en varios centros de enseñanza hasta lograr aprobar las oposiciones como maestra, que la traerían a Mandiá, donde permaneció hasta 1928, según recordaba el historiador Juan José Burgoa en las páginas de este periódico en el año 2016. En sus inicios en esta pequeña escuela ya logró ganarse el cariño y afecto de alumnos, padres y vecinos.

Angela con sus alumnas
Ángela con un grupo de alumnas | Cedida

Posteriormente, fue directora de la Escuela de Niñas situada en el Hospicio de Ferrol, también ejerció como profesora en la Escuela Obrera de Aprendices de Bazán y en 1948 empezó a impartir clases de taquigrafía, mecanografía y gramática en el colegio Ibáñez Martín, en Recimil, donde la nombraron directora en 1959.


En todo este tiempo, su labor de conferenciante estuvo muy presente, algo que compaginó con una extensa obra científica y técnica, llegando a escribir dieciséis libros de texto entre los años 1940 y 1970, entre ellos alguno muy destacado como un Compendio de Ortografía Castellana y uno sobre taquigrafía moderna.
En su afán por ayudar, compaginaba lo anteriormente citado con impartir clases particulares a opositores de Aduanas, Correos y Telégrafos o Estudios Mercantiles, fundando para ello su propia academia, que se llamaría Elmaca.  

Su faceta de investigadora la inició en el año 1944 con la elaboración del Atlas Linguístico Gramatical de España, al que seguiría la Máquina Telegráfica. 

 

 

Precursora
 

En el año 1949 vería la luz su Enciclopedia Mecánica, la que fue considerada precursora del libro electrónico. Cabe destacar que este artilugio, que le está valiendo reconocimientos en la actualidad llegados de todo el mundo, lo mandó construir, bajo su dirección, en el Parque de Artillería de Ferrol. Pese a que nadie supo valorar con perspectiva lo que había ideado la leonesa, ella sí que decidió patentar su invento en el Registro de la Propiedad Intelectual ese mismo año.

Enciclopedia mecanica angela ruiz robles
Detalle de la Enciclopedia Mecánica Ángela Ruiz Robles

Sobre la referida Enciclopedia Mecánica, Ruiz Robles aseguraba entonces que se trataba de un elemento de fácil manejo y portabilidad, haciendo más fácil y atractivo el aprendizaje de los estudiantes. Asimismo, la máquina en cuestión se podía adaptar a los diferentes niveles educativos de cada alumno, incluyendo aquellos que tuvieran problemas de visión, algo que se solventaba con unas lentes que se incorporaban. Además, se podía utilizar en cualquier idioma e incorporaba iluminación.


Un proyecto que no se llevó a cabo pero que se parece mucho, mucho, a los libros electrónicos de la actualidad, de ahí que se haya catalogado como el precursor de las tabletas de hoy en día.