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La descentralización de la violencia #ElCierre

 Lo que queda claro con este acuerdo es que en España hay escudos humanos migrantes para hacer tacticismo electoral por un lado, pero también para usarnos como moneda de cambio



El PSOE y Junts han llegado a un acuerdo en materia migratoria y, aunque antes de conocer los detalles ya intuíamos lo peor, leerlos sobre el papel es siempre más fuerte. Tenemos claro desde hace mucho lo que supone ceder las competencias  referidas directamente a nuestras vidas a formaciones políticas que hacen tacticismo electoral basado en la deshumanización de personas. Junts y Alliança Catalana están en ese juego hace mucho ensayando por ver quién es más reaccionario, más odiador y más deshumanizador, compitiendo por ver quién puede sacar más rédito electoral quebrando derechos y haciendo de la vulnerabilidad de cientos de miles de personas una moneda de cambio y una oportunidad discursiva y política. 

Vamos a los detalles. El acuerdo cerrado entre Junts y el PSOE –con la venia de Sumar como ha confirmado esta mañana su líder Yolanda Díaz al defenderlo y confirmar que conocía el acuerdo– contempla, y esto es clave, un aumento de efectivos de Mossos d’Esquadra, ¿para qué? Para funciones que, como sabemos, penalizan la vida de la gente migrante. Por ejemplo, la gestión de los CIEs (en Cataluña sólo hay uno, de los más grandes del país) o para instruir y ejecutar devoluciones que no requieran expediente. Pero más allá de estos detalles vamos al marco de fondo que es de terror: es el régimen de guerra usando a nuestros cuerpos como escudo humano. Porque cuando hablamos de régimen de guerra, no hablamos sólo de armas, misiles y tropas. Hablamos de la implantación de un marco político de actuación en el cual hay un “otro amenazante” contra el cual hay que “armarse”, y ese “armarse” se traduce tanto en armas concretas como en políticas utilizadas como armas. Es decir, supresión de derechos en contexto de guerra, supresión de libertades, recorte en servicios públicos porque hay que destinar partidas a defensa frente a ese otro amenazante, etcétera. 

Es en ese marco de guerra que se explica este aumento de efectivos así como la garantía de que podrán continuar las políticas represivas que llevan haciéndose contra nosotros y nosotras desde el conjunto del Estado. Lo único que hacen con esa represión es descentralizarla y este es el otro detalle: nos repiten que en España toca descentralizar todo, también las competencias; hablemos de descentralizar, pero de verdad porque ese es el argumento de Junts. Nos repiten que Cataluña es soberana y debe poder tener facultades y competencias propias en la gestión de sus fronteras y su territorio. Pues estoy muy de acuerdo, ¿pero por qué se descentraliza la represión y no los derechos? ¿Por qué se descentralizan los recortes en lugar de la justicia fiscal? ¿Por qué se descentralizan los mecanismos de intimidación en lugar de las garantías democráticas? No, no es un tema de descentralización porque está claro que lo que quieren descentralizar es más y más represión. Eso no es descentralización, es sólo masificación del régimen de guerra.

Y por eso me indigna especialmente que la vicepresidenta Yolanda Díaz haya aparecido hoy en la televisión pública diciendo que nos quería dar un mensaje de tranquilidad porque este acuerdo –que confirma que conocía– se da en el marco del respeto constitucional tanto español como la institucionalidad europea y que lo primordial para ellos son los derechos humanos. ¿Qué constitucionalidad se respeta cuando se mantienen abiertos los CIEs y se incluyen explícitamente en el acuerdo firmado entre el PSOE y Junts? ¿Qué tranquilidad nos puede dar el aumento de facultades represivas y el aumento de efectivos para lograrlo, señora Díaz? ¿Y así nos dice que respeta los derechos humanos? Porque para el PSOE ya sabemos que los DDHH significan concertinas y vallas como la de Melilla, pero de ustedes… Y es que el discurso de Yolanda Díaz es el calco y copia del del PSOE donde nos han repetido una y otra vez que toda esta negociación se hacía en el marco constitucional. Es decir, que Sumar y PSOE en esto dicen exactamente lo mismo y ya estuvo bien de siquiera fingir al respecto.

Lo que queda claro con este acuerdo es que en España hay escudos humanos migrantes para hacer tacticismo electoral por un lado, pero también para usarnos como moneda de cambio. Junts quita la PNL para la cuestión de confianza en el Congreso y a cambio descentralizan las políticas represivas. Ya no las ejerce solo la Policía o la Guardia Civil, ahora también los Mossos d’Esquadra y nos pedirán que aplaudamos esto porque es “descentralización”.

Sánchez se sentó con Puigdemont, con Nogueras y nos puso sobre la mesa; no nos extraña, pero toca redoblar nuestra ofensiva. Porque es muy fácil que digan “es que la aritmética parlamentaria es de derechas y no me queda otra que contentarlos aunque yo sea muy progresista” cuando lo que vemos es que usan de excusa la aritmética parlamentaria para gobernar como ha hecho siempre el PSOE: para la derecha y aún más en materia migratoria y de derechos humanos. Hay en el Congreso y en las calles otra posibilidad, y hablo de esa ILP de regularización que ya ni siquiera se atreven a sacar del cajón pese a que cuenta con las más de 700 mil firmas que la avalan y con los votos en el Congreso si el PSOE dejara de abstenerse. No es Junts, Junts es su excusa, es la política de este Gobierno de guerra y de esta Europa de guerra que nuestras vidas estén en el punto de mira. No vamos a olvidarlo. Hasta mañana.