Ferrol toma la calle por el 8M para evitar un retroceso en los derechos de las mujeres: «Ni un paso atrás»
FERROL / LA VOZ
Multitudinaria movilización multigeneracional, con un llamamiento a las mejoras salariales y un recordatorio a las luchadoras de Narón de 1918
08 mar 2025 . Actualizado a las 21:52 h.Apesar del gran frío, una gran movilización tomó Ferrol esta noche por el 8M para evitar un retroceso en los derechos de las mujeres. En el aire se respiraba la alianza de madres, hijas, hermanas y amigas. Y la lucha de miles de mujeres en la historia de esta ciudad, desde las que construyeron el Dique de la Campana hasta las guerreras del Baxi. «Ni un paso atrás», coreaban los participantes ante una panorama internacional de recortes dirigidos a esta población. Al cielo se alzaron globos violetas y carteles incluso de adolescentes, con un simbólico «Tengo 14 años pero estoy aquí con vosotras, hermanas». Y la batukada de la Marcha Mundial das Mulleres encabezó, como ya es tradición, esta protesta organizada por dicho movimiento. Desde la plaza de Amada García, una de las numerosas mujeres que dio su vida por la libertad de todos, hasta la plaza de Armas; marcharon chicas de todas las edades y una importante presencia de hombres. Se hizo un importante llamamiento a las mejores sociales. Y se recordó, como siempre, que «non estamos todas, faltan as asasinadas».

En defensa de un femenismo «que poña a vida no centro», lanzaron sus reclamaciones urgentes para la transformación de la vida de las mujeres. Empezaron por «un traballo digno con salarios dignos en centros libres de violencia, cunha xornada que permita conciliar e compatible coas maternidades». Reclamaron un «sistema de coidados, desde a lactancia ata na vellez, tanto no fogar como en centros públicos». Y también pidieron que «o tempo destinado ao coidado familiar sexa retribuído». Las reclamaciones para este 8 M continuaron con el derecho a una vivienda digna sobre todo en los casos de las víctimas de la violencia machista, y una atención sanitaria pública con especial atención «aos dereitos reproductivos e contra a violencia obstétrica».
Las decenas de carteles ilustraban un año más la eterna lucha de la mujer. O como rezaba uno de ellos: «Serei a muller que eu queira».