La instalación, dependiente del Ministerio de Defensa, exhibe banderas preconstitucionales sin mención a su significado, un barco nazi, retratos de militares golpistas y una maqueta del Azor, que Franco usaba para pescar durante sus vacaciones.
La Armada Española y el Ministerio de Defensa mantienen una sala del Museo Naval de Ferrol dedicada a la exaltación de la simbología franquista sin apenas mención a su significado histórico y vulnerando la legislación de 2022 que obliga a la retirada de esos emblemas de los edificios públicos.
Inaugurada en 1986 en un antiguo presidio dentro de la base naval, la instalación también alberga retratos y recuerdos de algunos militares franquistas que participaron directamente en el golpe de Estado de 1936, y que según la ley de memoria democrática debían haber sido retirados o eliminados.El Museo Naval de Ferrol, que se puede visitar gratis, guarda en sus doce salas una interesantísima colección con miles de piezas relacionadas con la historia naval: armas de la guerra en el mar como torpedos, minas y misiles; uniformes, fotografías y enseres; objetos rescatados de pecios antiguos; cuadros y esculturas; condecoraciones y medallas, multitud de modelos y maquetas a pequeña y gran escala de diversos navíos... El personal que lo atiende es atento, eficaz y dispuesto además a ofrecer explicaciones ilustradas que enriquecen enormemente la visita.
La sala número 10, sin embargo, parece el cuarto de los horrores de la simbología de la dictadura. En apenas 25 metros cuadrados, de sus paredes cuelgan una veintena de banderas y estandartes franquistas mezclados con otras enseñas navales constitucionales y de la República, como la del presidente Niceto Alcalá Zamora. Tomadas como un conjunto y sin explicaciones que detallen el significado concreto de cada una de ellas, dan la falseada impresión de representar lo mismo.
Sin menciones a la guerra civil ni a la represión
Un panel escrito en inglés y español, pero no en gallego, expone en cinco párrafos la evolución de las banderas de España a lo largo de los siglos, limitando a una escueta frase la explicación del origen de la franquista y sin hacer referencia a la guerra civil, ni a la represión posterior, que en Galicia costó miles de vidas de civiles y militares comprometidos con la legalidad democrática: "Con el alzamiento de Franco, se establece de nuevo la [bandera] bicolor y una parafernalia asociada a los Reyes Católicos", resume el texto.
En octubre del año pasado, el diputado del BNG en el Congreso Néstor Rego pidió al Gobierno que retirara del Museo de Ferrol, y también del Museo Histórico Militar de A Coruña, todos los elementos que pudieran suponer un ensalzamiento de la sublevación militar y del franquismo, así como los rótulos y textos que siguen empleando topónimos y lemas ideados por la propaganda de la dictadura. Rego aseguró entonces que la instalación ferrolana era "un museo de exaltación y propaganda del franquismo".