El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se pliega a Donald Trump y pide a España 50.000 millones más de inversión en armas
Durante el Foro de Davos, Rutte volvió a instar a los países europeos a aumentar sus presupuestos de defensa en detrimento del gasto social
Durante una mesa redonda en el Foro Económico Mundial, o Foro de Davos, el exprimer ministro liberal neerlandés y actual dirigente de la OTAN, Mark Rutte, se dirigió a los estados miembros de la Alianza y les instó a aumentar su presupuesto militar en consonancia con las exigencias del nuevo presidente de los Estados Unidos.
Tras su vuelta a la Casa Blanca, Donald Trump ha reiterado su intención de negociar con Rusia el fin del conflicto en Ucrania. Dado el tono de su campaña y sus críticas a la OTAN, otros países miembros de la alianza temen que el hipotético acuerdo dañe sus agendas e intereses propios. La respuesta del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha sido sumarse a la demanda estadounidense e instar a los estados europeos a aumentar hasta el 5% del PIB sus presupuestos de defensa, tal y como expresó durante el Foro de Davos: “Creo que Donald Trump tiene razón en que no estamos gastando lo suficiente”.
Rutte lleva tiempo manifestando que se debe “asumir la factura” de Ucrania y aumentar el presupuesto en defensa para no perder terreno contra Rusia o China. Durante una intervención en la Eurocámara expresaba que el antiguo objetivo fijado en la Cumbre de Gales de 2014 del 2% del PIB ya no era suficiente y que habría que redefinirlo: “Decidiremos la cifra precisa este año, pero será bastante más del 2%. Estoy muy preocupado por la situación de seguridad en Europa. No estamos en guerra, pero tampoco en paz. Para estar seguros en el futuro, los aliados deben gastar considerablemente más que el 2%. Y la seguridad no es gratis”.
La seguridad no es gratis, países como Polonia han aumentado escandalosamente su gasto militar casi duplicándolo desde el inicio del conflicto en Ucrania, pasando de un 2,7% en 2022 a un previsto 4,7% durante 2025. En el caso de España, a pesar de no haber podido aprobar los nuevos presupuestos, ha aumentado también su gasto militar alcanzando el 2,17% del PIB en 2023, según el Centre Delàs. Teniendo en cuenta estos datos, que aún no han podido ser actualizados a 2024 entre otras cosas por la opacidad del Ministerio de Defensa respecto a las importaciones de armas, el aumento del gasto exigido por Rutte supondría pasar de 27.617 millones a 79.000. En otras palabras, añadir casi 50.000 millones de euros a la partida militar, algo que necesariamente provocará recortes en otras áreas.
El dirigente de la OTAN reconoció esta realidad pero, según su perspectiva, Trump considera que "su país ha hecho un mal negocio. Ven cómo Europa invierte en su modelo social, su atención sanitaria o en sus pensiones, pero no invierte lo suficiente en Defensa". Es por ello que una parte del presupuesto social de los miembros de la Unión deberá desviarse y contribuir a la escalada bélica, argumenta. “Los países europeos gastan fácilmente hasta una cuarta parte de la renta inicial en pensiones, sanidad y sistemas de seguridad social, y solo necesitamos una pequeña fracción de ese dinero para reforzar mucho más la defensa", declaró Rutte ante la Comisión de Asuntos Exteriores y la Subcomisión de Defensa del Parlamento Europeo.
No es la primera vez que Rutte carga contra presupuestos y medidas sociales. Durante 2020 y 2021, cuando ejercía como primer ministro de Holanda, amenazó en varias ocasiones al ejecutivo español con bloquear los fondos europeos de recuperación posteriores a la pandemia. El objetivo del neerlandés era forzar a los partidos del gobierno, PSOE y Unidas Podemos, a adoptar reformas económicas neoliberales como la flexibilización y extensión de las pensiones. El discurso que justificaba la injerencia era uno de necesidad económica y se dirigía a los ciudadanos españoles argumentando que “vosotros tenéis que encontrar la solución dentro de España, y no en la Unión Europea como se trata de hacer ahora”.
En la actualidad, Rutte se dirige a los estados miembros de la OTAN desde su nuevo puesto apelando a una nueva necesidad de tipo militar. Los encomia a no buscar soluciones en EE.UU. sino en sus propios bolsillos y a asumir el coste necesario. Durante un discurso reciente en Bruselas, se refirió a los estados como sigue: “Díganles (a sus ciudadanos) que aceptan hacer sacrificios hoy para que podamos estar seguros mañana".