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Galicia La TVG adjudica un plan de publicidad de 620.000 euros en medio de la mayor crisis reputacional de su historia

 Las trabajadoras y trabajadores de la Corporación Radio e Televisión de Galicia enfrentan su trigésima jornada de huelga sin apenas repercusión en los medios de comunicación gallegos que más dinero se llevan de las campañas del ente público.


La dirección de la Corporación Radio e Televisión de Galicia (CRTVG) acaba de adjudicar uno de sus mayores contratos del año en medio de la mayor crisis de reputación de su historia para, fundamentalmente, pagar publicidad. Se trata de una licitación de 620.841,77 euros dedicados exclusivamente a “la comercialización de espacios publicitarios de la Corporación de Radio e Televisión de Galicia, S.A. para el mercado autonómico gallego”. Esto es, más de medio millón de euros para pagar cuñas de radio, banners en diarios digitales y anuncios en las páginas impresas de la prensa hegemónica en Galicia. Son 751.193,13 euros, en realidad, si se le suma el IVA.

La memoria justificativa del contrato, accesible en la web de Contratos Públicos de Galicia, la firma José Pereira Fariña, director del área de Innovación y Negocio de la CRTVG, exdecano de la Facultade de Ciencias da Comunicación de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) e investigado por presunto acoso laboral a una trabajadora junto a buena parte de la cúpula de la Televisión de Galicia, dirigida con mano de hierro por Alfonso Sánchez Izquierdo, el hombre que el expresidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, colocó allí en 2009 con el visto bueno del PSdeG-PSOE y que, cinco legislaturas después, allí sigue.

Ahora, tras 15 años al frente de la cadena, ha comunicado sus intenciones de irse. De hecho, el presidente gallego Alfonso Rueda está maniobrando con una nueva ley de medios para tratar de sustituirlo con menor apoyo parlamentario del que sostuvo su nombramiento. Eso, junto a las reiteradas denuncias de manipulación informativa, acoso laboral y privatizaciones de servicios informativos por parte de sus trabajadores y trabajadoras, han llevado a la CRTVG a su peor crisis de reputación hasta el momento.

No han sido pocas. Desde la cobertura de las las 'vacas locas' hasta la del Prestige, durante la cual los sindicatos pidieron repetidamente la dimisión del entonces director Francisco Campos, también profesor de la USC y nombrado jefe de la TVG por Manuel Fraga. Siempre que una gestión pública llevada a cabo desde los despachos de San Caetano ha sido criticable, las oficinas de la CRTVG han recibido órdenes de mutis. Y a la vista está que lo han cumplido: nunca hubo 'vacas locas' como tal ni marea negra ni perjuicios ambientales por la factoría de Ence en Pontevedra ni pérdida de falantes ni tampoco peligros potenciales por la construcción de una celulosa que absorberá 46 millones de litros de agua al día del río Ulla. 

Aunque de manera limitada, la Corporación Radio e Televisión de Galicia se financia con ingresos publicitarios y este es, según la memoria publicada por la empresa pública, el motivo que le lleva “a tener una presencia constante en el mercado de captación de publicidad, tanto para televisión como para radio y medios digitales, entre los anunciantes y las agencias de publicidad gallegas”. “El dinamismo y las particularidades del mercado gallego”, dice la CRTVG, “hace necesario que este cometido sea ejecutado por una empresa con conocimiento e implantación en el mercado gallego”. “Por eso, es necesaria la selección de una empresa que comercialice exclusivamente las campañas dirigidas al mercado autonómico, que asegure un conocimiento profundo del mercado y un vínculo coherente con los anunciantes”, recalca.

Sin embargo, ningún ciudadano ni ciudadana puede acceder al detalle de ese reparto de su dinero público. Es una de las estrategias de ocultación y opacidad más básicas en las administraciones públicas. Al subcontratar en un gran lote el dinero que se reparte a los medios de comunicación normalmente afines al partido gobernante, no publican el desglose de ese reparto en las plataformas de transparencia. Tampoco los márgenes de beneficio que se quedan las compañías que los gestionan ni por supuesto se puede conocer si los precios pagados por las inserciones publicitarias están a precio de mercado o no. A priori, solo se conoce el montante total: 751.193,13 euros de dinero público que se ha llevado la sociedad Xacovision. ¿El reparto? Se pueden hacer suposiciones, pero poco más.

Un buen medidor de favores es la dimensión que se le da en los grandes medios 'privados' gallegos y grandes perceptores de esas inserciones publicitarias a los conflictos laborales dentro de la CRTVG. Que es nula o prácticamente nula, solo hace falta pasearse por las hemerotecas de —por orden de lucro— La Voz de GaliciaFaro de VigoEl Progreso, el grupo Editorial La Capital (con diarios como El Ideal GallegoDiario de Arousa), La RegiónEl Correo Gallego o La Opinión de A Coruña para ver quién recibe más o menos dinero de los organismos dependientes, en última instancia, del Partido Popular de Galicia.

Los criterios contradictorios en el reparto de la publicidad de la Xunta

La CRTVG lleva siguiendo este modelo de subcontratación y opacidad durante años. También lo hace la Administración General del Estado y un sinfín de organismos públicos pequeños y grandes. Sin embargo, desde la Xunta de Galicia no se ha venido optando por esta vía. Como reveló El Salto, entre los años 2018 y 2023, los Gobiernos de la Xunta de Galicia, primero de Alberto Núñez Feijóo y, después, de Alfonso Rueda, repartieron 10,8 millones de euros en contratos sin concurso público a medios de comunicación afines y habitualmente complacientes con su gestión: fundamentalmente, con líneas editoriales de derecha o de extrema derecha.

Por eso, la estrategia de la CRTVG es contradictoria con las directrices de la Xunta e, incluso, juega en contra de su relato. La memoria argumenta la licitación conjunta de los contratos de la siguiente manera: “La comercialización de la publicidad disponible de los medios (televisión, radio y digital) requiere que sea realizada por una única empresa para mejor aprovechamiento de la estructura disponible para la ejecución del contrato y el aprovechamiento de la transversalidad de medios que puedan generarse”. Justo lo contrario de lo que hacen todas las consellerías del Gobierno gallego y sus agencias públicas, que reparten dinero público a dedo y sin concurso.