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Hoy te invito a abrir el corazón y escuchar una realidad que pocos conocen pero que muchos están viviendo en carne propia. Se trata de jóvenes refugiados, seres humanos que, arriesgando sus vidas, han emprendido un viaje desgarrador desde África hacia España. Ellos, con la esperanza de un futuro mejor, abandonaron sus tierras, huyendo de peligros inimaginables: persecución terrorista, represión política, discriminación por su religión u orientación sexual, o una pobreza extrema que les impedía siquiera alimentar a sus familias.
Muchos de estos jóvenes llegaron a España convencidos de que aquí hallarían una vida digna y oportunidades para trabajar. Sin embargo, la realidad con la que se encuentran es muy diferente. Los trámites burocráticos y el sistema de asilo son complejos, largos y frustrantes. En medio de estos procesos, muchos reciben negativas para quedarse bajo protección internacional, incluso cuando su vida corre peligro si regresan a su país de origen. Son historias desgarradoras que reflejan la injusticia de un sistema que, en muchos casos, no alcanza a comprender las experiencias traumáticas y la desesperación de esta comunidad tan vulnerable.
Y ahora, con menos de 15 días, ellos se enfrentan a la terrible realidad de quedarse sin hogar. En Santiago de Compostela, en pleno invierno gallego, estas personas estarán en las calles, sin un techo bajo el que resguardarse, sin comida y sin ninguna ayuda. Hablamos de jóvenes con una voluntad inmensa de integrarse, de trabajar y de construir un nuevo camino. Jóvenes que desean aportar a la sociedad, que vienen con energía, esperanza y bondad en sus corazones, pero que ahora se ven sin nada y nadie a quien acudir.
Tus donaciones serán un puente de ayuda vital para estos jóvenes refugiados, quienes ahora enfrentan una situación legal delicada. Han recibido resoluciones negativas de protección internacional, lo que les obliga a abandonar los dispositivos que hasta ahora les han dado alojamiento y apoyo básico. Esta salida es una fase temporal y existe una posibilidad jurídica de revertir su situación, pero mientras tanto, se ven forzados a dejar el refugio y a enfrentar la incertidumbre de quedarse en la calle en pleno invierno.
Con tu ayuda, podremos brindarles un lugar seguro donde permanecer y darles el tiempo que necesitan hasta que su situación legal pueda resolverse. Estas donaciones les ofrecerán una oportunidad para esperar con dignidad, sin pasar por la dureza de la calle y el hambre, mientras continúan luchando por regularizar su estatus. Con una donación de 5, 10 o 20 euros, puedes transformar la vida de estos chicos. Para ti, puede que esa cantidad no sea mucho, pero para ellos significa la posibilidad de una comida caliente, un lugar donde pasar la noche y, sobre todo, un respiro ante esta realidad tan dura. Cada euro cuenta, cada acto de solidaridad suma a la vida de estas personas.
¡No les demos la espalda! Juntos podemos ofrecerles una segunda oportunidad, un rayo de esperanza a la vida de estos jóvenes que, sin saber lo que les esperaba, emprendieron un camino lleno de desafíos en busca de una vida digna.
¿Y acaso tú no querrías recibir ayuda si estuvieras en su lugar?
**En Instagram hay una cuenta dedicada a dar voz a este movimiento, ofreciendo información a través de publicaciones y permitiendo que comprobéis personalmente cómo se utiliza vuestro dinero.**
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