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“Israel cree que nos ha derrotado a todos. Y que deberíamos rendirnos y olvidarnos de la causa palestina”

 Reportera freelance en Latinoamérica. Ha trabajado como corresponsal internacional cubriendo desde Europa, Asia, Medio Oriente y Latinoamérica.

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Mientras Israel profundiza sus ataques en la región, la ciudadanía árabe observa cómo la escalada es una amenaza a la soberanía de sus países y temen que el genocidio en Gaza pase al olvido.


El Cairo (Egipto) // Una bandera palestina resalta en la vitrina del café Oldish en El Cairo, en un gesto que se repite en otras cafeterías y restaurantes para expresar su solidaridad con el pueblo palestino. Nadie parece indiferente este 7 de octubre, cuando se cumple un año del atentado de Hamás en Israel y el inicio del genocidio que continúa perpetrando el gobierno de Netanyahu sobre Gaza, a unos 350 kilómetros de la capital egipcia. 

“La gente tiene miedo porque sabe que cualquier manifestación será reprimida, pero todos apoyamos la causa palestina”, dice Ahmad Mohamed frente a la prohibición del gobierno de Abdelfatah Al-Sisi de cualquier protesta ante las políticas de Tel Aviv. Este comerciante del centro de El Cairo reconoce la preocupación que siente ante la escalada del último mes, con los bombardeos israelíes al Líbano, Siria y Yemen, en un país que ha visto de cerca las consecuencias de la guerra: Egipto ha recibido a más de 100.000 palestinos que lograron escapar de Gaza durante los últimos 12 meses, según cifras entregadas por Diab Al-Louh, embajador palestino en El Cairo.

Uno de ellos es Sharif, un palestino de Gaza que prefiere no decir su apellido. Tiene 41 años y más de una vez le ha tocado vivir el exilio obligado. En noviembre de 2023 llegó hasta la capital egipcia junto a sus padres, su esposa y sus dos hijas. Desde aquí observa lo que sigue ocurriendo en lo que hasta hace poco fue su hogar. “Para nosotros esta es una segunda Nakba. Ha sido igual de terrible”, dice Sharif en referencia a lo que se conoce en árabe como la Catástrofe, cuando se creó el Estado de Israel y más de 700.000 palestinos fueron obligados a abandonar sus hogares.  

Lamis Andoni, periodista, escritora y analista, considera que Israel tiene como objetivo destruir a Hizbulá, asesinar tanto a la mayoría de los líderes de la cúpula como también a la población civil libanesa, para enviar un mensaje al mundo árabe: quien decida ayudar a los palestinos o crea en la causa palestina pagará por ello. “Israel cree que nos ha derrotado a todos. Y que deberíamos rendirnos por completo y olvidarnos de la causa palestina. Eso es lo que quieren”, subraya Andoni. 

“Se ha salido con la suya con el continuo genocidio en Gaza, por eso cree que puede continuar en el Líbano. Están utilizando las mismas tácticas para hacer que el Gobierno libanés se rinda a todas sus demandas”, dice Andoni. “Creo que quieren tener una zona desmilitarizada, controlada por Israel en el sur. Y nunca se sabe, puede que empiecen a construir asentamientos y quieran el gas natural”, añade esta periodista palestina. 

En apenas una semana de bombardeos intensivos de manera indiscriminada contra la poblacióin libanesa, Israel ha asesinado a al menos 2.023 personas, según el Ministerio de Sanidad del Líbano. Pero, además, ha profundizado sus incursiones en Cisjordania, con redadas, detenciones masivas e incluso ha bombardeado un campo de refugiados en Tulkarem: 18 personas muertas en lo que se registra como el mayor ataque israelí en 24 años en la zona. 

Nuestro gran miedo es que el mundo se olvide de nosotros. Están haciendo en el Líbano lo mismo que nos hicieron en Gaza y que ahora hacen en Cisjordania. Con todo lo que está haciendo Israel en otros países nos preocupa que se deje de hablar del genocidio en Palestina”, dice Sharif, mientras pasea por una de las calles de Madinaty, un suburbio residencial en la zona de New Cairo. 

Una nueva etapa 

«Lo que estamos viendo en el Líbano es el mismo manual que se utilizó en Gaza, donde las viviendas, los hospitales y la infraestructura civil se consideran objetivos legítimos”, decía la diputada británica Zarah Sultana en una entrevista con la BBC, transmitida este mismo domingo, en la que resaltaba que la forma en que Israel lleva a cabo sus operaciones militares en Oriente Medio significa que no es un “socio para la paz”.

Lamis Andoni concuerda con esta mirada. “Ha comenzado una nueva etapa con esta guerra en el Líbano, con bombardeos generalizados, no sólo a la sede de Hizbulá y a sus miembros, sino a todo el mundo, incluso en otras áreas donde no hay oficinas de Hizbulá. Esto es una continuación de Gaza y de lo que está sucediendo en Cisjordania. Quieren que el mundo no preste atención a Gaza o a su intento de desarraigar a los palestinos en Cisjordania”, dice Andoni. 

La analista palestina cree que si bien no se sabe hacia dónde va, se trata de una escalada grave en término de daños, de pérdidas humanas y con un mensaje claro: que Israel no respeta la soberanía de ningún país árabe. “Están tratando de cambiar la configuración, el mapa político, incluso el mapa geográfico de Oriente Medio, diciendo que estas son sus áreas de influencia o control indirecto. A continuación, podría ser Jordania. Podrían simplemente pasar la frontera jordana para invadir o amenazar con bombardear y así obtener otra área, a la que llamarían zona de amortiguación o zona desmilitarizada”, prosigue Andoni, quien agrega que parte integral de la anexión de Cisjordania es la despoblación de Palestina tal como lo han hecho en Gaza. 

En Jordania, otro país en la frontera con los Territorios Palestinos Ocupados, reside la mayor cantidad de refugiados palestinos: más de 2.200.000 inscritos en los registros de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, en sus siglas en inglés). Allí, a apenas 40 kilómetros de Cisjordania, la población se ha movilizado como nunca antes en el último año. Andoni hace una precisión: “No son solo los refugiados los que están tomando las calles, también son los jordanos. Jordania está bajo presión por estar del lado de Israel. Pero si no hacen nada, si no suspenden al menos la normalización de las relaciones con Israel, Jordania será el siguiente”.

Matar al mensajero

Andoni recuerda también los asesinatos de periodistas durante los últimos 12 meses. No sólo a los reporteros sino también a los miembros de sus familias, como el caso del periodista Wael al Dahdouh, quien resultó herido y perdió al menos a cuatro miembros de su familia, o el caso del corresponsal de Al Arabi, quien fue secuestrado y torturado por las fuerzas israelíes. 

A finales de septiembre, mientras Israel profundizaba sus incursiones en Cisjordania, el canal de noticias Al Jazeera fue silenciado y se le prohibió transmitir desde sus oficinas y corresponsalías en Ramala, Jerusalén e Israel.

“Si no hay periodistas, no hay nadie que pueda verificar esto de forma independiente y contárselo al mundo”, afirmó Jonathan Dagher, jefe de la oficina para Oriente Medio de Reporteros sin Fronteras (RSF) a Al Jazeera en una entrevista. “En ese caso, el ejército israelí se convierte en la fuente de información”, dijo Dagher desde las oficinas de RSF en París.

Al menos 130 periodistas han sido asesinados, según la ONG Reporteros Sin Fronteras, lo que para grupos en defensa de la libertad de prensa se trata de un “patrón” seguido por Israel. Aunque la información ha sido restringida en los Territorios Palestinos Ocupados, las imágenes de abusos, incursiones militares, bombardeos y humillaciones se siguen colando en las redes sociales en lo que ha sido denominado como el genocidio más documentando de la historia, con imágenes de espanto en tiempo real.