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El emotivo mensaje de la hija de Andrés do Barro el día en el que su padre hubiera cumplido 77 años

 


El cantautor ferrolano triunfó en los años 70, siendo el único artista en la historia que con canciones cantadas en gallego ha alcanzado el número 1 en la lista de «Los 40 Principales». Un hito que repitió hasta en cuatro ocasiones

02 oct 2024 . Actualizado a las 12:22 h.

En julio de 1966 empieza sus emisiones una de las radiofórmulas musicales más conocidas de nuestro país, Los 40 Principales. Desde ese momento y hasta hoy esa emisora elabora el baremo que mide el éxito del pop en España. Lo que en teoría más se escucha y gusta a la gente. En los 70 desde esos estudios de radio sonaban artistas de la talla de los Bee Gees, Rod Stewart, Donna Summer o Paul McCartney. Era lo que se llevaba. Las Aitana, Karol G, Abraham Mateo y Harry Styles de la época. Y entre esos nombres, los más conocidos de la escena musical, iba a colarse un gallego. Andrés do Barro (Ferrol, 1947), se atrevía en esos momentos desde esta esquina del noroeste de la península no solo a iniciar una carrera artística, sino que además pretendía hacerla en gallego. Ya no era la España de la posguerra, es cierto, pero el dictador Franco aún estaba vivo, el mismo que mantuvo disparates en la toponimia que se referían a Sanxenxo como Sangenjo (al menos habría que traducirlo como San Ginés), a A Guarda como La Guardia (hablando de música, en los 80 esta banda granadina triunfó entre otras con la canción Mil calles llevan hacia ti) y a la parroquia ourensana del concello de Baltar Niñodaguia como El Niño de la Guía (el nido de las crías de esta ave desapareció inexplicablemente del nombre). En resumen, no parecía a nosa lingua, teniendo en cuenta este contexto sociopolítico, el mejor camino al éxito. Claro que no contaban con el talento de nuestro cantautor, hoy ya figura universal.

En 1970 publica su primer álbum, Me llamo Andrés Lapique do Barro. Entre sus 12 temas figuran hits como O tren (Que me leva pola beira do Miño / me leva e me leva polo meu camiño), Corpiño xeitoso (Déixame verche o corpo dourado / Polo sol primeiro de mes de abril), San Antón (Este é o camiño que me leva a San Antón / é un caminiño cheo de pedras e de amor) ou Teño Saudade (Saudade teño de ti / teño saudade de ti meu ben). Esta última, en una versión de Teo Cardalda, se escuchó los últimos veranos como tema principal de una serie de la TVG. Las otras tres fueron número 1 en todo el país en su época. Ahí es nada.Do Barro fue con sus letras sencillas, estribillos memorizables y ritmos cándidos, un artista pop en mayúsculas. E inevitablemente hizo más polo galego que cualquier Secretario Xeral de Normalización Lingüística. Que nadie se ofenda, nunca nuestro idioma llegó a tantos oídos. Y fue algo, según recordó el conocido crítico musical coruñés Nonito Pereira, totalmente premeditado. Así lo señalaba en su blog, aportando las declaraciones de Do Barro en la presentación de su primer disco«As miñas cancións hoxe son en galego porque así as sentín e porque quero colaborar con todo interese e agarimo a dignificar o meu idioma materno, caído durante moitos anos no máis cruel menosprezo»

Con su siguiente disco, ¡Pum! (1971), se mantuvo en la cresta de la ola repitiendo presencia en las listas de éxitos con Pandeirada. Aunque en 1974 publicará otro álbum homónimo (Andrés Do Barro), vive en sus carnes lo efímero de la fama y se va a México. La fórmula no dio resultado allí y a su regreso a España la enfermedad hace acto de presencia. Con solo 42 años, el 22 de diciembre de 1989, muere víctima de un cáncer hepático

De este gallego universal se acordaba este martes su hija, Andrea Lapique, el día en el que hubiera cumplido 77 años. Ha compartido una foto con él siendo tan solo un bebé en una escena doméstica. Él está sentado en el suelo, ella en su regazo y ambos miran sonrientes a cámara.


Hoxe o meu pai cumpriría 77 anos, gustaríame poder abrazalo só por un anaco... aínda que a conversa que tiven coa miña nai, as publicacións e noticias que lle lembran e todas e cada unha das mensaxes valen tamén.