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Venezuela. Llamado de los capítulos europeos de la Red de Intelectuales y Artistas para la Defensa de la Humanidad contra la imposición de nuevas sanciones por parte de la UE

 



Tras la salida del opositor venezolano Edmundo García Urrutia hacia España, vía asilo político en ese
país, la Unión Europea reabre el debate sobre Venezuela el martes 17 de septiembre de 2024. Esto
debería culminar con la votación de una resolución contra Venezuela el jueves 19 de septiembre.
Aunque los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas son claros y el actual presidente
Nicolás Maduro obtuvo la victoria electoral, las fuerzas de derecha de todo el mundo insisten en un
fraude no probado. Esa narrativa también se repite en la UE y se utiliza para atacar al gobierno
venezolano.
Venezuela posee las mayores reservas de petróleo del mundo, pero sus dirigentes se niegan a
someterse a Estados Unidos. Por lo tanto, está en el ojo del huracán. Con fuertes sanciones
económicas, la congelación y el robo de activos y la organización de agresiones violentas contra
civiles, Estados Unidos intenta presionar al pueblo venezolano. A esta campaña planificada de
intervencionismo en la soberania del pueblo venezolano y de espolio de recursos, le acompaña una
verdadera campaña de mentiras en torno a las pasadas elecciones.
La UE sigue esta línea de flagrante injerencia en los asuntos internos del país y de violación de la
soberanía. Como si la descolonización de América Latina nunca hubiera tenido lugar, las potencias
europeas vuelven a escarmentar al continente.
La continua subordinación de la Unión Europea a la política exterior estadounidense en cuestiones
cruciales perpetúa el proceso de declive geopolítico, económico, energético y cultural de la UE. Estas
incluyen el genocidio en curso del pueblo palestino por parte del gobierno israelí, el bloqueo ilegal en
curso contra Cuba apoyado por la UE, la continua «globalización» de la OTAN y su agresiva postura a
favor de la guerra en la cuestión de Ucrania, con una amenaza inminente para la paz mundial, y
ahora la injusta y premeditada guerra política, mediática y económica contra el gobierno y el pueblo
venezolanos. Paralelamente a esa situación de declive, la pobreza está creciendo en todos los
Estados miembros europeos, proporcionando el «combustible y las herramientas» necesarias para el
ascenso político de las ideas y prácticas de extrema derecha, neofascistas y neonazis en la UE a todos
los niveles de la política.
Es evidente que una política de sanciones afecta en primer lugar al pueblo venezolano. ¿Realmente
quiere Europa seguir una vez más los pasos de Estados Unidos, castigando a una población en
función de sus propios intereses en su ‘patio trasero’ neocolonial?
Por lo tanto, hacemos un llamado al pueblo europeo y a los eurodiputados progresistas,
democráticos y de izquierdas para que no acepten una nueva oleada de sanciones ilegales contra el
pueblo y el gobierno venezolanos.