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Perú. Prohibido olvidar: fujimorismo… ¡nunca más!

 



El fallecimiento del exdictador Alberto Kenya Fujimori Fujimori, ocurrido el miércoles 11 de setiembre, a los 89 años de edad no debe hacer olvidar la nefasta influencia y su secuela en el país.

La prensa oficiosa y concentrada, la derecha convenida que usufructuó de sus beneficios, no puede sino pretender inscribir a Fujimori en el martirologio de los héroes nacionales en base a mentiras.

Una de las seudo verdades más difundidas es que Alberto Fujimori derrotó al terrorismo de Sendero Luminoso y pacificó al país.

Lo real –y está de sobra documentado– es que la derrota de Sendero Luminoso fue obra de dos factores claves: uno el trabajo del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) que con una labor sigilosa capturó a Abimael Guzmán.

El autodenominado “Presidente Gonzalo” era el cabecilla y semidiós de una organización que se basaba no en una militancia “pensante y operante”, sino en seguidores fieles a acatar sus órdenes así se estrellaran con la realidad.

El otro factor clave y decisivo fue el rechazo y la oposición de los pueblos y comunidades indígenas que le dieron la espalda al accionar subversivo por no estar de acuerdo con las imposiciones del partido.

De otro lado, la política de Fujimori-Vladimiro Montesinos era perpetrar asesinatos y brutales crímenes a través del Grupo Colina y sectores de las propias fuerzas armadas y policiales.

Durante el conflicto armado interno ambos bandos se mimetizaron mutuamente en una escalada de terror para responder con métodos cada vez más insanos y violentos que han dejando enormes huellas y cicatrices difíciles de superar.

Como lo recuerda un mensaje de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos Alberto Fujimori “gobernó bajo un régimen autoritario y lideró una época oscura para el Perú”.

Por esto reafirma la importancia de “mantener viva la memoria histórica”, algo que los responsables de graves crímenes de lesa humanidad quisieran borrar de un plumazo con la ilegítima Ley general de amnistía que beneficia a fuerzas armadas y policiales como a los propios grupos subversivos.

Comparto la solidaridad de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) que se solidariza con las víctimas del régimen fujimorista “quienes sienten que la justicia queda incompleta”.

“Aunque muere como un condenado por delitos de lesa humanidad, el juicio de la historia lo recordará como el líder de un gobierno que trajo muerte, dolor y corrupción al país”.

Más aún si vivimos momentos en que la ciénaga de la política revive los métodos políticos del fujimorismo lacayo y mercenario que hoy dirige el país desde el Congreso de la República.

Estos son momentos en los que debemos reafirmar nuestro compromiso con la justicia, la verdad, y la reparación para las víctimas y seguir luchando por un país donde los derechos humanos sean respetados y los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos.

Considero oportuno volver a compartir un breve documental esencial para entender al fujimorismo

“Diktadura nunca más” es un breve documental que tiene la enorme virtud de reunir los testimonios de personajes claves sobre la política peruana y el fujimorismo.

Producido por AmaruTv el documental desnuda de manera categórica lo que significa el fujimorismo para el Perú y la enorme amenaza que puede conllevar su retorno al gobierno.

El documental muestra de manera contundente la violación de la frágil democracia peruana y la forma cómo se instrumentaliza el poder para capturar las instituciones democráticas al servicio de una mafia corrupta como la que hoy dirige el Congreso mediante el fujimorismo y sus aliados.

El vídeo muestra a personajes diversos que confiesan su rechazo al fujimorismo, pero que luego decidieron darle su respaldo en nombre de la “democracia”, como es el caso del escritor Mario Vargas Llosa.

Se trata de un producto audiovisual de enorme valor documental, social, político e histórico que aconsejamos compartir lo más ampliamente posible a fin que la ciudadanía incremente su memoria social y política.