“Mientras más contraataque el imperio;
más fuerte será el contraataque de los pueblos;
el contraataque de la Revolución”.
(Hugo Chávez Frías)
“Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos
sociales ni con el crimen ni con la fuerza.
La historia es nuestra y la hacen los pueblos.”
(Salvador Allende, 11 de septiembre 1973)
Este 11 de septiembre de 2024 se cumple el 51 aniversario del salvaje y fascista golpe de estado ocurrido en Chile en el año 1973. El médico y líder Salvador Allende gana las elecciones con la coalición política “Unidad Popular”, y desde ese momento las fuerzas reaccionarias de la derecha dentro y fuera de Chile desataron una feroz campaña y acciones para boicotear la gestión del Presidente Salvador Allende. Las medidas de nacionalización de la banca, el cobre, la telefonía, los seguros, entre otras; desataron aún más la furia de las fuerzas reaccionarias e imperialistas. Venía el ataque de la contrarrevolución. Es una ley de los procesos sociales. Las instrucciones del Presidente de los EE.UU Richard Nixon fueron precisas: “Salven a Chile sin tener en cuenta los riesgos, no comprometer a la embajada. Diez millones de dólares si es necesario. Trabajo a tiempo completo, plan de acción en 48 horas”. La orden estaba dada: “había que extirpar a como diese lugar el cáncer del marxismo”. — Desde ese momento la embajada americana, la ITT, los pelucones de la economía, los partidos de la derecha, el nefasto periódico “El Mercurio”, entre otros; desataron todo un asedio al nuevo gobierno, lo cual fue desde el desabastecimiento y el alza de los productos de primera necesidad hasta una criminal campaña mediática para crear pánico y zozobra en el pueblo chileno. Aquello fue bestial, hasta el punto que lograron minar la confianza de las Fuerzas Armadas Chilenas, las compraron y el 11 de septiembre de 1973 tomaron el poder por asalto; en una acción por demás vergonzante que ocasionó miles de muertos, torturados, desaparecidos y una imposición a sangre y fuego de un paquete de medidas neoliberales; que fue vendido al mundo como “la salvación de la economía chilena”.
Acabaron con la Constitución chilena. Fueron 17 largos años de cruel dictadura, bajo la mirada complaciente y alcahuete de la OEA y de la cacareada “comunidad internacional”. El triunfo de Allende fue la primera experiencia socialista del continente por la vía electoral, lo que despertó una inmensa alegría y simpatía en todo el mundo. La conjura contra Allende demuestra entre otras cosas que la derecha no juega limpio y pisotea cualquier Constitución a la hora de cuidar sus privilegios e intereses económicos. Ahora, tenemos que también la Revolución Bolivariana llega al poder por la vía electoral (1998) y le han aplicado todos los manuales de guerra habido y por haber: y esta se mantiene victoriosa, resistiendo con un pueblo en la calle, movilizado y con una unidad cívico – militar (no existió en Chile). Todo esto gracias al presidente Chávez que venía de las FANB y creó una nueva doctrina (Bolivariana) dentro de la institución armada. La Revolución Bolivariana es pacífica, pero armada. El proceso chileno fue pacífico pero desarmado. La movilización de calle permanente ha sido otro acierto de la Revolución chavista. No hay un rincón del país donde el chavismo no esté organizado como una fuerza política de vanguardia. El poder popular empoderado de la Revolución ha sido otro eslabón positivo. Los aliados internacionales (Rusia, China, Irán, India, Brasil, Sudáfrica, Turquía, Países No Alineados, Alba) han sido otro factor importante en la consolidación de la Revolución Bolivariana (mundo multipolar). Los BRICS abriéndose paso en el concierto de naciones del mundo. Al presidente Allende no le dieron chance de crear una sola emisora comunitaria; por lo tanto, le hicieron una verdadera cayapa mediática. Fueron apenas mil días de gobierno en medio de un asedio descomunal. En muchos aspectos los camaradas chilenos fueron “ingenuos” (primera experiencia socialista por la vía electoral). El Comandante Chávez siempre contaba que le impactó grandemente el derrocamiento de Allende, a quien admiraba. Seguramente de la experiencia chilena, Chávez asimiló muchas enseñanzas para no volver a cometer los “errores” de aquella gesta chilena. Recordemos que después del Plebiscito para aprobar un nuevo texto Constitucional que dejara atrás las huellas del sátrapa de Pinochet, las fuerzas de la derecha lograron confundir al pueblo chileno mediante una feroz campaña de miedo y terror y se salieron con las suyas. Se impuso el rechazo. Por otra parte, las fuerzas de avanzada en Chile se dejaron secuestrar su proceso constituyente y lo maniataron desde el primer momento; por lo tanto, el pueblo no se sintió representado en esas propuestas. A eso se le suma el desánimo y la apatía del pueblo hacia el gobierno de Gabriel Boric que en sumo grado “no es chicha ni limonada”. Está entrampado en torno al viejo poder constituido. Es tanto así que después de la derrota del Plebiscito lo primero que hizo fue llamar a los grupos de poder “para un gran acuerdo nacional” (pacto de élites). Cero autocríticas en torno a esta debacle del “progresismo”. En Chile los represores carabineros siguen reprimiendo al pueblo como en los buenos tiempos de la dictadura de Pinochet. A los indígenas Mapuches se les niegan sus derechos. Sigue la brecha social entre pobres y ricos. Sigue el Neoliberalismo soñado y practicado por Augusto Pinochet. Hay mucha confusión en las masas para retomar la senda de la liberación de ese pueblo. Persiste en la subjetividad de la población la pesada carga sembrada durante 17 años de feroz dictadura. La aurora de las protestas juveniles del 2019 se ha esfumado en el tiempo y en el espacio por errores tácticos y estratégicos de una dirigencia política que no acaba de entender los nuevos tiempos que se vive en esta región. En definitiva, el actual Presidente de Chile Gabriel Boric se ha convertido en una pieza más de la larga lista de traidores en esta región y hoy por hoy se presta descaradamente a la bestial campaña del imperio para implosionar a la Revolución Bolivariana. Saldrá pronto del Palacio de la Moneda como un vulgar trásfuga aborrecido por el pueblo chileno. Por supuesto será el pueblo chileno quien decidirá sobre el camino a transitar. Como siempre nuestra solidaridad militante con el pueblo chileno. En los últimos años la Revolución Bolivariana ha sido víctima de un feroz y criminal asedio. Más de 900 medidas unilaterales e ilegales por parte del imperio del norte. Nuestro pueblo ha resistido de manera heroica. En Venezuela el imperio se ha estrellado una y otra vez con un pueblo que tiene claro cuál es el camino. Estamos en el lado correcto de la historia y no vamos a claudicar por el bien de nuestra patria y de toda la humanidad. Somos hijos de Bolívar y de Chávez. Para atrás ni para agarrar impulso. El Presidente Nicolás Maduro se ha propuesto avanzar en esta nueva etapa de la Revolución y conquistar una nueva mayoría. ¡¡Unidad cívico militar!! El PSUV asumiendo como Partido de vanguardia. En este contexto con nuestra Diplomacia de Paz abogamos por la unidad de nuestros pueblos y por un mundo de tolerancia y complementariedad. En ese transitar Chile tiene un rol de importancia que jugar. De todas maneras, Chile y Venezuela son dos pueblos hermanos que se volverán a encontrar: “por las amplias alamedas por donde transitará el hombre nuevo”. — como lo dijo el presidente mártir de Chile antes de empuñar el fusil y morir resistiendo en pleno combate. Como todo proceso histórico “la vía chilena al Socialismo” y la crueldad del golpe fascista promovido por los EE.UU, arrojó una serie de lecciones y enseñanzas y por supuesto un debate permanente.
Lecciones y Enseñanzas de la Experiencia Socialista en Chile que Protagonizó el compañero Presidente Salvador Allende:
Primero: Chile fue víctima de la Guerra Fría de aquel entonces; es decir, la confrontación entre el bloque de EEUU y el bloque de la extinta Unión Soviética. El bloque capitalista jugó con todo para derrocar al naciente gobierno de Allende, apelando a su anacrónica doctrina de seguridad nacional, a la doctrina Monroe y al Destino Manifiesto. Poco importó a los EEUU los miles de muertos y desaparecidos.
Segundo: Sin el apoyo de los EEUU, los militares gorilas de Chile no se hubiesen atrevido a consumar ese siniestro golpe. Hay que decir además que todo esto se suscribe dentro del llamado Plan Cóndor de la época donde la orientación era asesinar y extirpar todo vestigio de izquierda y de socialismo en la región latinoamericana. El continente estuvo minado de dictadores.
Tercero: La crueldad del golpe en Chile creó miedo y terror en toda la población, lo cual perdura hasta nuestros días. Se dice que en el Plebiscito en Chile se impuso el miedo en buena parte de los electores a la hora de votar. A esto se agrega la posición timorata del actual presidente Gabriel Boric, quien ha querido estar bien “con Dios y con el diablo”. Este señor ha creado desesperanza y desconfianza en los miles de personas que votaron por un cambio. Su ambigüedad “progresista” ha desdibujado por completo los sueños y esperanzas que pregonó en una oportunidad el presidente Salvador Allende.
Cuarto: Sin el apoyo de las fuerzas armadas es muy difícil que cristalice cualquier proyecto de emancipación social en la región. Lo hemos visto en América Latina con los golpes de estado en Venezuela, Honduras, Bolivia, Perú. Son FF.AA con un carácter elitesco, clasistas y vienen de la llamada Escuela de las Américas. ¡En Venezuela hemos logrado la unidad Cívico Militar! Gracias a Chávez.
Quinto: La experiencia chilena nos demuestra que la derecha y el gran capital no juegan limpio a la hora de dar una patada a la mesa. Lo estamos viendo en este momento en Honduras y Guatemala para colocar solo dos ejemplos de la actualidad.
Sexto: El caso chileno nos lleva a replantearnos el tema de la mediática en los procesos históricos. Al compañero Allende le hicieron una Cayapa Comunicacional para justificar el golpe. El periódico el Mercurio jugó un rol macabro en toda la conspiración golpista. Hay que generar propuestas alternativas a esta realidad.
Séptimo: Con la experiencia chilena a la derecha y al capitalismo se le cae su cacareada narrativa de ser defensores de los derechos humanos, libertad de expresión y libertad de comercio. En Chile sepultaron esas conquistas y derechos de los pueblos.
Octavo: Lo que pasó en Chile en 1973 siempre será un llamado de alerta para los pueblos del mundo, sobre todo en este momento de serias amenazas del Fascismo. En Ucrania el gobierno guerrerista de esa nación se ha declarado abiertamente fascista. En buena parte de Europa la ultraderecha viene ganando terreno en el plano electoral y gubernamental. En esta región están los casos de Argentina y Ecuador donde han llegado gobiernos ultra conservadores y por demás fascistas en sus prácticas cotidianas. Sus medidas y extravagancias tienen el visto bueno de los Estados Unidos, la tétrica OEA y demás organismos al servicio del imperio.
En Brasil, el Fascismo sigue vivito y colendo a pesar de que Bolsonaro dejó la Presidencia. Están trabajando para el retorno. En México a pesar de que hemos derrotado de manera aplastante por la vía electoral a la ultraderecha, la misma se ha reagrupado y ha mostrado sus colmillos quemando textos escolares bajo la excusa de que el Gobierno del compañero López Obrador (AMLO) está “adoctrinando a los estudiantes.” En Honduras las fuerzas de la derecha militarista conjuntamente con la embajada gringa están detrás del Golpe de estado que ha denunciado la Presidenta Xiomara Castro. Y en Colombia el Fascismo todos los días amenaza con un Golpe de estado contra el Presidente Gustavo Petro. Como puede verse el panorama es por demás preocupante y delicado.
Noveno: Por igual el caso chileno nos plantea tener claro saber diferenciar lo que significa llegar al gobierno y tomar el poder. Son dos cosas diferentes. El Presidente Allende llegó al gobierno, pero en buena parte el poder lo tenían otros. En América Latina sobran los ejemplos para atestiguar lo anteriormente señalado.
Décimo: El tema de la unidad entre las fuerzas revolucionarias es algo vital y determinante a la hora de impulsar un proceso de transformación. En Chile se dieron manifestaciones de anarquía en torno al indiscutible liderazgo del Presidente Allende, lo cual fue aprovechado por el enemigo.
El FASCISMO HOY EN VENEZUELA.
En honor a la verdad, nuestro país en todo este periodo de Revolución siempre ha vivido asediado por los brotes y manifestaciones fascistoides. Eso ha sido elocuente. Después del Golpe Fascista de Abril del año 2002 esto ha sido una constante. Y ahora lo presenciamos de nuevo durante los días 28, 29 y 30 de Julio 2024 después de las presidenciales. La ultraderecha tenía todo planificado y crearon todo un escenario por las redes sociales para ir contra las instituciones del estado e implosionar el estado – nación y provocar una guerra civil, Golpe de estado y por consiguiente la intervención militar extranjera. Conseguir por la violencia lo que el pueblo le negó en las urnas electorales. En pocos días “le vimos de nuevo el rostro al Fascismo” ahora con más odio, rabia y violencia. A no ser por la rápida intervención de todas las instituciones del estado y la conciencia de nuestro pueblo, el imperio y los magnates de las redes sociales (Elon Musk, entre otros) hubiesen logrado sus objetivos.
En Venezuela hemos derrotado todos los manuales de guerra del genocida imperio del norte. Han actuado con crueldad. Ahora nos aplican con bestialidad una Guerra Cognitiva dentro del esquema de la Guerra Multiforme. Los magnates del imperio ya lo dicen de manera descarada: “Hay que salir del régimen de Maduro.” Para ellos, no existe legislación internacional alguna. Se resisten aceptar que está naciendo con mucha fuerza y expansión un mundo Multipolar y que el anacrónico unilateralismo se lo están tragando las nuevas realidades (Mundo emergente).
La lucha que estamos librando hoy por hoy en Venezuela contra el Fascismo y el imperialismo es la puja entre nuestro Bolivarianismo y el Monroismo. Históricamente ha sido así.
En este momento toda la ultraderecha mundial y de la región enfila sus baterías contra nuestra hermosa Revolución Bolivariana. Quieren nuestras inmensas riquezas y doblegar la férrea voluntad de los hijos de Bolívar y Chávez a ser libres y soberanos.
Nuestro Presidente Nicolás Maduro ha llamado a todos los sectores a sumar voluntades para salvar a nuestro país de las garras del Fascismo y Neo-fascismo. Unir a todo el que pueda ser Unido. El Fascismo arrasa con todo e impone su voluntad a través del miedo, chantaje, terror y muerte.
Ha dicho el presidente Nicolás Maduro: “Me declaro en campaña y en batalla contra el Fascismo, el odio y la intolerancia. Por eso propongo las cuatro líneas de pensamiento y acción: la defensa del derecho a la Paz, la defensa de las libertades y la Democracia, la construcción del pensamiento crítico, y la difusión de lo Afirmativo venezolano.”
Desde la Asamblea estamos aprobando algunos instrumentos legales para contribuir con esta noble causa. Aprobamos una Ley para regular el financiamiento y funcionando de las llamadas ONG. Y está en Consulta pública la Ley contra el Fascismo, Neo-fascismo y otras expresiones similares. Múltiples son las actividades que se desarrollan desde el PSUV y todo el estamento Revolucionario. En los próximos días Caracas será la capital mundial en la lucha contra la plaga del Fascismo. Nos tocó a nosotros resistir con mucha firmeza los embates del imperialismo en su etapa más peligrosa de desesperación (Fascismo) ¡Prohibido fallar! Estamos en el lado correcto de la historia. Seguiremos venciendo con Bolívar y Chávez. Y la certera y valiente conducción actual de nuestro Presidente Nicolás Maduro. ¡Viva la Paz! ¡El Fascismo No pasará!
¡¡VIVA SALVADOR ALLENDE!! ¡¡VIVA BOLÍVAR!! ¡¡VIVA HUGO CHÁVEZ!! ¡¡VIVA EL PRESIDENTE NICOLÁS MADURO!! ¡¡VIVA CHILE!! ¡¡VIVA VENEZUELA!! ¡¡VIVA LA PATRIA GRANDE!! ¡¡EL FASCISMO NO PASARÁ!! ¡¡VIVA LA PAZ!!