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Contrapoder transversal intersectorial

 El poder de la derecha política y mediática se está haciendo con el control del sistema sindical en el Cuerpo Nacional de Policía


Quien haya tenido oportunidad de leer la publicación de El Capital o Manifiesto Comunista, que el lema por el que Karl Marx apelaba a la unión de los trabajadores (Trabajadores del mundo, uníos) se queda insuficiente ante el resultado de una deriva que frena a cualquier movimiento reformista. En estos tiempos, un lema más eficiente podría ser: “Progresistas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, uníos transversalmente más allá de vuestros círculos de trabajo, asociaciones o colectivos. Haced de estos un único ente en la defensa de los valores del progreso y democracia. Finalmente, salid a luchar y daros a conocer al sitio de batalla correcto, por ejemplo, los medios de comunicación, redes sociales y ante cualquier profesional de estos medios, capaz de hacernos visible, ante tanto avance de movimientos antisociales.

Es conveniente aclarar que en la Policía Nacional solo hay un colectivo organizado progresista que se posiciona sin ambages en la defensa a ultranza de los derechos humanos, la derogación o modificación profunda de la ley mordaza

Si los sindicatos de clase como les corresponde no alcanzan conquistas más ambiciosas, esta nueva unión transversal sustituirá en gran parte el fin último de los anteriores agentes sociales. ¡El acuerdo “intersectorial laboral en la policía” es un deber que hay que conseguir, ya!

Como colectivo progresista de la Policía Nacional ponemos de manifiesto la necesidad de que dicha unión se materialice de una manera comprometida, asumiendo que por mucho tiempo cualquier avance en cada colectivo depende del apoyo del resto.

Es conveniente aclarar que en la Policía Nacional solo hay un colectivo organizado progresista que se posiciona sin ambages en la defensa a ultranza de los derechos humanos, la derogación o modificación profunda de la ley mordaza, la laicidad, la desmilitarización total del espíritu castrense que aún gobierna las formas de actuar de muchos mandos policiales, la transparencia en los procesos selectivos y otros procedimientos de provisión de puestos de trabajo, etc. Se trata del sindicato policial reformista y progresista ARP (Agrupación Reformista de la Policía).

Por ello, nos permitimos haceros llegar solo algunas malas praxis que tienen lugar diariamente en nuestra institución y que combatimos con un consecuente desgaste y acoso a los máximos dirigentes de este sindicato:

  • Uso de coches oficiales por algunos miembros de las escalas ejecutiva y superior para fines personales, traslados de sus domicilios a los centros de trabajo, en muchos casos, con conductores asignados.
  • Obligatoriedad de replicar en voz alta vivas a instituciones o cantar La muerte no es el final en actos solemnes y a menudo en la Escuela Nacional de Policía.
  • Rendir pleitesía, aplaudir, presenciar y apoyar actos religiosos en horario laboral y/o vistiendo uniforme de trabajo.
  • Sueldos totalmente desorbitados en algunas categorías en comparación con las más bajas. La responsabilidad en despachos de las comisarías tiene un componente de menor riesgo, sin menospreciar el desempeño de estos puestos de gestión, si bien, los de abajo, trabajadores servidores públicos, policías, un importante número con formación académica por regla general en las últimas promociones, han de soportar decisiones totalmente injustificadas que obliga a pensar que la cúpula policial requiere una formación distinta a la actual. Actualmente se encuentra amparada en un régimen autoritario con lo que este supone, expedientes y sanciones, como único medio de hacerse con una responsabilidad demasiada exigente a determinados mandos no cualificados.
  • Uso de apelativo “jefe”, obligatoriedad de saludo especial para dirigirse a un mando y otros comportamientos que serían impensables entre compañeros de la misma categoría en un cuerpo civil.
  • Uso de viviendas públicas de manera gratuita, como por ejemplo en las propias comisarías o la Escuela Nacional de Policía.
  • Libre disposición para la adjudicación de puestos de trabajo baipaseando los principios del mérito, capacidad, igualdad, publicidad.
  • Violación de criterios objetivos y sentido común en la adjudicación de condecoraciones.

El progresismo y reformismo no vendrán de la mano de quienes dirigen la Dirección General de la Policía, la mayoría de los mandos instalados en el organigrama procedentes de la Academia Militar con sede en Zaragoza

Llegados a este punto pensamos que podemos concluir con lo siguiente:

  1. La Policía Nacional requiere una reforma muy profunda hasta convertirla en un ente público totalmente civil al servicio del ciudadano, democrático, sin privilegios, con plena libertad de sus trabajadores a sindicar libremente en sindicatos externos (ARP lleva años apelando a la acción de agentes sociales externos, los cuales, a su vez, tienen prohibida su acción en base al art. 8 de la LO 9/2015 de Régimen de Personal de la Policía Nacional. Esta imposibilidad representa la demanda más grande de ARP al Gobierno de la Nación y, entre otros puntos, con representación totalmente proporcional de sus funcionarios (en función de la escala y categoría) en la Junta de Gobierno (órgano donde se toman casi diariamente todas les decisiones que afectan al ciudadano y al funcionario policial).
  2. Un cambio profundo en un colectivo, organismo, no llegará únicamente por medio de la unión de sus trabajadores progresistas, ni incluso a través de la acción de sus sindicatos progresistas. El poder reaccionario en frente de nosotros es tan fuerte que se necesita la ayuda de personas progresistas de otros colectivos, organismos, instituciones, etc. encarnada en un frente de presión transversal común, que podríamos denominarlo a partir de ahora “contrapoder transversal intersectorial”.
  3. Nuevos agentes sociales (representantes) capaces de ver esta necesidad, han de crearse. Su labor ha de ser la conexión de tales colectivos, instituciones, agrupaciones, etc. con espíritu reformista y progresista para que así se pueda crear tal contrapoder transversal intersectorial.
  4. Estudiando al resto de sindicatos corporativos, inactivos a estos cambios, nos daremos cuenta de que usan una herramienta muy poderosa para captar afines, medios de comunicación contrarios a la política de cualquier gobierno en el poder.  Acaparan gran parte del espectro mediático y, además, lo hacen de una manera tramposa mediante la creación y difusión de noticias falsas. Incluso omitiendo logros conseguidos por ARP o de otras organizaciones, caso de la indemnización de vestuario que afecta a miles de funcionarios que se verán beneficiados. ARP, carece de esos medios de comunicación para difundir ahí parte del combate ideológico e intelectual, aunque llevamos entregando información y comunicados, necesarios facilitar noticias veraces, alejadas de esas falsas.

Progresar y democratizar es duro y laborioso. Luchar por separado nos servirá para desahogarnos, simplemente

El progresismo y reformismo no vendrán de la mano de quienes dirigen la Dirección General de la Policía, la mayoría de los mandos instalados en el organigrama procedentes de la Academia Militar con sede en Zaragoza, quienes han instaurado valores castrenses permitiendo que elementos de la derecha y la ultraderecha, campen a sus anchas dentro de la Policía Nacional (por ejemplo, en las últimas elecciones al Consejo de Policía, candidatos plenamente identificados, alguno tal cual, como asesor de grupo VOX en la actualidad). Como consecuencia de ello, algunas de las formaciones sindicales actualmente dirigidas con esas inspiraciones políticas, tampoco allanaran el camino para la consecución del derecho a la libertad sindical y la libertad de afiliación como pretende ARP.

Hablamos hoy claro al colectivo policial, hagámoslo partícipes y responsables de futuros cambios a mejor y entreguémonos y adaptémonos en cada momento al campo de batalla cultural que la época mande, para que los medios de comunicación sepan la realidad existente en un cuerpo que ha retrocedido a cotas de baja calidad sindical.

Progresar y democratizar es duro y laborioso. Luchar por separado nos servirá para desahogarnos, simplemente.

Por ello, apelamos a la unión del sector profesional capaz de reformar y devolver el espíritu sindical por la que se legalizaron los sindicatos en el CNP. El próximo 24 de noviembre de 2024, se cumplen cuarenta años de aquella fecha histórica. Por tal motivo, ARP, fijara esa fecha como seña de identidad anual de nuestra organización para conmemorar el inicio de un proceso que debería culminar en la presente legislatura política, con un nuevo cambio del sistema sindical, solicitado a los sindicatos UGT, CC.OO. USO para que intercedan ante los poderes públicos del estado.