Ramón Orizales dedica parte de su tiempo a realizar réplicas de edificios históricos de las comarcas. Estas pequeñas “argalladas”, como las califica su propio creador, son un fiel reflejo del patrimonio presente en Ferrolterra –y también de otros lugares– y permiten a aquellos que las observan conocer con detalle dichos inmuebles.
“Comencé a hacer estas maquetas cuando me jubilé, como un hobby. Tenía un pequeño almacén detrás de casa en donde guardaba las herramientas de mi trabajo. Empecé con los nietos, que me pedían que les hiciese cosas y yo les hacía juguetes. Hasta que un día un vecino me propuso hacer la capilla de A Magdalena, que fue la primera que hice”, comenta Orizales, que dedicó su vida laboral a la fontanería y, posteriormente, a la literatura, al regentar junto a su mujer una librería.
Estas pequeñas obras de arte en miniatura requieren de mucho mimo y esmero. “La capilla, que fue la más sencilla que hice, me llevó sobre mes y medio, trabajando a ratos, por las mañanas”.
Una maqueta llevó a otra y, en la actualidad, atesora un total de 15 réplicas, entre ellas, las iglesias de Santa Marta, de San Cristovo do Couzadoiro, de San Claudio, San Xulián de Loiba o la de San Andrés de Teixido. “Esta última fue sin duda a la que más tiempo le dediqué”, comenza Orizales, que añade que también ha elaborado una réplica del templo de Santiago de Cuíña.
Exposición
El trabajo de este vecino puede ser admirado por aquellos que así lo deseen hasta finales del mes de agosto. El Claustro Alto de la casa consistorial de Ortigueira alberga una exposición con sus maquetas, que suscitan el interés de mayores y pequeños. “Nunca tuve la intención de exponer, porque es algo que hago sin ningún tipo de fin lucrativo. Como en casa no tengo mucho sitio, las tenía guardadas en un local y un día me propusieron desde el Ayuntamiento la idea de hacer una exposición. Y parece que a la gente le gusta”, comenta orgulloso Orizales. Por la mañana la muestra está disponible de 09.00 a 14.00 horas y por la tarde 19.00 a 21.00.
Internet ha tenido mucho que ver en el gusanillo de este vecino por recrear el patrimonio de la zona. “Youtube es mi maestro principal”, bromea, añadiendo que “fui quedándome con los detalles que veía en los vídeos y practicando”. Para construir estas miniaturas, Ramón emplea “de todo”, desde materiales que tienen en su propia casa hasta maderas que le ceden sus vecinos. “Reciclo palés y compro lo menos posible. Uso gravilla mezclada con escayola, por ejemplo”.
Orizales ha recreado también los antiguos edificios escolares de Ortigueira y San Claudio. “Quise hacer el colegio al que fui yo de pequeño, que ahora es una biblioteca, y lo recreé como yo lo recuerdo: con los carteles que había en cada puerta, de niños por un lado y niñas por el otro, con dos palmeras en el medio que no nos permitían pasar de un lado al otro. Son detalles pequeños, de los que me acuerdo, que voy incorporando en las maquetas”.
Los faros son también protagonistas del buen hacer de este vecino. “Recreé el de Estaca de Bares, el de Punta Candieira de Cedeira, el de Cabo Ortegal, la Torre de Hércules de A Coruña y otro que me gustó mucho y que saqué gracias a fotografías de internet, que es el de Illa Pancha, en Ribadeo”, indica.