Cada vez que se aborda el tema, la mayoría de gente reacciona como si tuvieran ante sí uno de aquellos problemas matemáticos que permanecen sin solución durante décadas. ¿Cuántos envases se reciclan en España? "Es imposible saber la verdad", "cada parte dice una cosa diferente" o "no te puedes fiar de las cifras" son solo un ejemplo de las reacciones más habituales ante una suerte de misterio que, no es casual que haya pasado mucho tiempo sin tener una respuesta sólida y transparente.
En 1997 se aprobó la primera Ley de Envases y Residuos en España y, en ella, se contemplaba como instrumento principal para gestionar de manera separada la cada vez más creciente cifra de envases de un solo uso la práctica de 'devolver el casco'. Curiosamente, durante la tramitación de la ley, la industria envasadora y los supermercados consiguieron añadir una excepción para, como alternativa, poder gestionar los envases a través de contenedores de colores repartidos por nuestras aceras.
Qué era aquello de 'devolver el casco'? Pues una costumbre muy arraigada que consistía en dejar un pequeño depósito económico cuando comprábamos una bebida (agua, gaseosa, cerveza, refresco, leche, ...) que, en el momento de devolver el envase vacío, el casco, o bien nos devolvían si no queríamos volver a comprar, o bien quedaba vinculada a la botella que podía ser rellenada decenas de veces.
En el momento de aprobarse esa primera Ley de Envases, la fiebre de botellas, latas y briks de 'usar y tirar' ya colmaba las estanterías de tiendas y supermercados y, con la opción alternativa de los contenedores amarillos incluida en el texto, toda la industria decidió optar por esta vía que, aunque para la ley era secundaria, de repente se convirtió en única.
Desde entonces, todo aquel que conoce un poco sobre gestión de residuos sabe que hace más de 25 años que los resultados que se han ido proclamando acerca del reciclaje de envases en España no son reales. De hecho, fue por ello que, en 2021, en plena trasposición de las directivas europeas de envases que marcaban un objetivo de recogida separada para las botellas de plástico para bebidas del 77% en 2025, el Ministerio de Transición Ecológica encargó a la empresa pública, TRAGSATEC, un estudio para valorar si, con el actual sistema, íbamos a conseguir alcanzar ese ambicioso objetivo. Las conclusiones del informe fueron demoledoras: la única vía para cumplir la Directiva de plásticos de un solo uso era poner en marcha un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno, aquella opción principal que en 1997 había quedado arrinconada.
Consecuentemente, el Congreso legisló en la Ley de Residuos del año 2022 la puesta en marcha de un Sistema de Depósito obligatorio, pero dio una última oportunidad a la industria envasadora y a los supermercados y condicionó su implantación a que se llegara en 2023 a un objetivo intermedio del 70% de recogida separada de botellas de plástico para bebidas. Si este objetivo no se cumplía, se obligaba a la industria a activar obligatoriamente la ‘devolución del casco’ en el plazo de dos años.
En ese momento, los representantes de la sociedad civil ya sabíamos, por el historial que tiene Ecoembes, que ellos iban a decir que iban a cumplir. Y, de hecho, ya lo han hecho. Ya dijeron que, en 2021, estaban en un 71,1% de recogida separada de botellas de plástico para bebidas de menos de tres litros. Por eso, tanto desde Zero Waste Europe como desde la Alianza Residuo Cero, y con el apoyo de las más de 100 entidades de la plataforma #LeydeResiduosYA, encargamos a la consultora más reputada a nivel de la Unión Europea en materia de residuos, Eunomia, un estudio riguroso para conocer el índice real.
Después de más de siete meses de una investigación, que ha contado con expertos nacionales e internacionales, ahora ya tenemos el resultado real. Después de 25 años de contenedores de colores, solo se recogen separadamente el 36% de las botellas de plástico para bebidas de menos de tres litros. El índice se ha calculado con los datos de 2021, y el estudio aporta una metodología replicable para medir los años 2002 y 2023, el del objetivo legal de la Ley de Residuos, una vez los datos estén disponibles. La conclusión de todos modos es sólida, España no cumplirá el objetivo y debe asegurarse que la industria ponga en marcha un Sistema de Depósito en el plazo de dos años, tras la declaración del incumplimiento. Además, más allá del dato concreto, el informe aporta conclusiones muy valiosas sobre cómo los métodos de cálculo utilizados por Ecoembes no cumplen con las buenas prácticas de la UE y han sobreestimado en gran medida el resultado español de los datos de envases reciclados durante décadas.
Ahora, la pelota está en el tejado del Ministerio de Transición Ecológica. Tiene en su mano el instrumento para acabar con toda duda sobre el reciclaje de envases en España y recuperar la senda que no debió abandonarse allá en 1997. El Sistema de Depósito va a permitirnos, no solo cumplir con los objetivos europeos, sino, lo que es más importante, recuperar los 35 millones de latas, botellas y briks que cada día se pierden en nuestro país, además de habilitar el camino para que podamos volver a encontrar en tiendas y supermercados aquellos envases reutilizables que se rellenaban una y otra vez cuando devolvíamos el casco vacío en los comercios de alimentación.