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San Sadurniño | Una ‘leira’ en la que crece la cultura, la memoria y la solidaridad

 ¿Cómo ha cambiado el municipio desde 1999?


Sintiéndose orgulloso de tener las manos en la tierra, la cabeza en el futuro y el corazón en una sala de cine, San Sadurniño ha sabido labrarse una personalidad propia equilibrando las voces que emanan del pasado y también las nuevas ideas de sus vecinos más jóvenes. Cualquiera diría que, con su buena salud, el municipio ha perdido en estos 25 años más de 700 empadronados, pasando de 3.487 a 2.751 y obligándolo al más difícil todavía.


En aquel 1999, la villa recuperaba joyas patrimoniales como el puente de Ferrerías, pero también trazaba sus nuevos paseos fluviales. Con una deuda pendiente en forma de castillo que emerge en lo alto de Naraío y sobre la que no ha dejado de actuar y buscar financiación, San Sadurniño ha sabido atraer a industria transformadora que lleva el nombre de la villa más allá de sus fronteras, como las famosas galletas Maruxas de Nata


Orgullosos de un club de voleibol que ha hecho historia una vez más, el Pazo da Marquesa y su entorno privilegiado vertebran el dinamismo de su Feira da Plantación, contando además con un tejido asociativo con gran participación y a la vanguardia de las políticas sociales. Pioneros en implicar a las vecinas para hacer memoria, ‘Sansa’ se convierte cada año en un gran plató de cine para recibir a nuevos y veteranos cineastas en el premiado ‘Chanfaina Lab’.