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Pensamiento Crítico. Entrevista a Ilán Pappé: «Netanyahu y la extrema derecha israelí buscan una limpieza étnica en Gaza»

 


Este historiador israelí pone en duda que las presiones internacionales frenen el genocidio. Sin embargo, en conversación con El Salto, Pappé reconoce que se está produciendo un cambio en la opinión pública mundial que puede beneficiar al pueblo palestino.

“Parece que ni siquiera un genocidio, que vemos día a día en nuestras pantallas, es suficiente para persuadir a los gobiernos para que cambien sus políticas”, lamenta el historiador Ilán Pappé en una conversación con El Salto, cuando se le recuerdan unas declaraciones suyas de 2004 en las que opinaba que, por trágico que sonara, aún no habían habido suficientes muertos en el conflicto entre Palestina e Israel para convencer a la gente de que la única salida es vivir juntos.

Este académico israelí, de origen judío, es profesor de Historia en la Universidad de Exeter (Reino Unido), un reconocido revisionista de la historia contemporánea del Estado israelí y un pensador antisionista que se vio obligado a abandonar su país natal por la presión política y tras haber recibido varias amenazas de muerte. 

El autor ha plasmado su visión crítica sobre la fundación del Estado de Israel y la ocupación de los territorios palestinos en libros como La cárcel más grande de la tierraLa limpieza étnica de Palestina o Conversaciones sobre Palestina (con Noam Chomsky).

En entrevista con El Salto, el historiador reconoce su falta de esperanza en que el Gobierno de Benjamín Netanyahu y sus aliados frenen la masacre que se está llevando a cabo contra la población civil en la Franja de Gaza, que ya se ha cobrado al menos 36.000 muertes, y ha causado más de 80.000 heridos, según los datos proporcionados por las autoridades locales. Es, en cambio, optimista con que esta situación esté cambiando la opinión pública en la sociedad civil global.

“La adhesión de la sociedad al lema Palestina debe ser libre desde el río hasta el mar muestra que el falso paradigma de paz de la solución de dos Estados está siendo rechazado en favor de una solución más justa”, opina este académico que defiende la existencia de un solo estado compartido por israelíes y palestinos.

En su libro La cárcel más grande de la tierra. Una historia de los territorios ocupados, publicado en 2017, Pappé fue muy crítico con la sociedad occidental, ya que consideraba que el modelo impuesto por Israel a los territorios palestinos —de ocupación de parte de su territorio y encarcelamiento de otra parte— era en realidad un “programa de colonización expandido y a largo plazo”, que sin embargo la opinión pública en este hemisferio había aceptado bajo la justificación por parte de Israel de que se trataba de un mal necesario para garantizar su propia seguridad.

La respuesta desproporcionada de Israel, tras los atentados del 7 de octubre, ha supuesto un giro en el sentir de buena parte de la sociedad, como señala Pappé, y como evidencian la ola de protestas a nivel mundial y algunas encuestas en países como Estados Unidos. 

En el país norteamericano el cambio es más evidente en la población joven, menor de 30 años. Según el último sondeo realizado por el Pew Research Center, un 33% de los jóvenes en esta franja de edad dice que sus simpatías están total o mayormente con el pueblo palestino, frente a un 14% que dice que lo están con el pueblo israelí. Los estadounidenses mayores, en comparación, son más propensos a simpatizar con los israelíes que con los palestinos. Por ejemplo, entre las personas de 65 años o más, el 47% dice que sus simpatías están total o mayormente con el pueblo israelí, mientras que solo el 9% simpatiza total o mayormente con los palestinos.

Para Pappé este sentir tiene un gran potencial de cambiar la relación entre Estados Unidos e Israel en los próximos años: “Es posible que quienes marchan hoy en las protestas sean los responsables de políticas en el futuro. Esperemos que el poder no los lleve a cambiar sus posiciones morales”.


Israel está perdiendo la batalla del relato

El ataque del 7 de octubre inicialmente conmocionó a la opinión pública global y fueron recurrentes las comparaciones con los ataques que sufrió Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, la atrocidad de la respuesta de las fuerzas armadas israelíes provocó que gran parte de la sociedad global cambiara su foco de atención a las víctimas palestinas, y que Israel esté perdiendo así la batalla del relato. Pappé considera que es así, pero cree que sus conciudadanos no se dan cuenta.

“Su reacción, incluida la de los israelíes liberales, es que el mundo no entiende su derecho a responder de la manera en que lo hicieron porque el mundo sigue siendo antisemita. Este es un gran problema: cuando quienes cometen crímenes no entienden que son criminales”.

El panorama inmediato es desolador

Ilán Pappé considera que hay una intención de cambiar la demografía de la Franja de Gaza con la respuesta desproporcionada que Israel ha dado después de los ataques del 7 de octubre, pero que hay divisiones dentro de la coalición de gobierno sobre la intensidad buscada.

“Netanyahu y la extrema derecha quieren una limpieza étnica mayor, mientras que los socios más pragmáticos prefieren un desplazamiento reducido”, opina.

El historiador, que ha definido a esta última escalada de violencia como un episodio más de la Nakba en curso, no se muestra muy optimista con la intervención de los tribunales internacionales, como la Corte Internacional de Justicia.

“Me temo que este tipo de fallos no tendrá un efecto inmediato, pero es posible que a largo plazo impacten la realidad sobre el terreno. Sin embargo, Israel continuará haciendo militarmente lo que ya está haciendo”, considera.

El pasado 24 de mayo la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel frenar de manera inmediata el ataque a Rafah. Las fuerzas armadas israelíes no solo no se detuvieron, sino que intensificaron su ofensiva en la localidad sureña de la franja, con el bombardeo a un campamento improvisado de tiendas de campañas, que dejó un saldo de 45 muertos y 249 heridos, según informó el Ministerio de Salud de Gaza.

El profesor Pappé pertenece al grupo de los nuevos historiadores israelíes, formado por cinco académicos que tuvieron que esperar la desclasificación masiva de documentos sobre el conflicto árabe-israelí, a partir de los años 80, para llevar a cabo una revisión de la versión oficial sobre el conflicto árabe-israelí. Esta falta de información durante décadas a la que se enfrentaron estos expertos contrasta con la amplia disponibilidad de imágenes y testimonios sobre lo que está sucediendo, en tiempo real, que tenemos actualmente debido a los móviles y redes sociales. Sin embargo, el historiador no considera que estas evidencias preocupen al gobierno israelí. 

“Me temo que este Israel no se avergüenza de lo que está haciendo, mientras que el Israel de 1948 era más reacio a compartir con el mundo lo que hacía. Por eso vemos todo, y debemos recordar que el 97% de los judíos israelíes apoyan la política actual”, opina.

Fuente: Rebelión