La ley de paridad fue vulnerada durante las últimas elecciones. Al menos 12 hombres cisgénero se hicieron pasar por mujeres trans, mientras dos mujeres blancas se hicieron pasar por afromexicanas. Aunque el INE detectó irregularidades, las medidas no fueron suficientes para frenar estas candidaturas.
Al menos 12 hombres cisgénero en México declararon ser mujeres transgénero para obtener sus candidaturas. 10 de ellos consiguieron alcanzar diversos cargos. Mintieron para evadir el requisito de paridad de género que establece Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
Esta ley plantea que el 50% de las candidaturas deben ir a mujeres. Para no abandonar sus aspiraciones políticas, usurparon espacios que no les pertenecían. 8 hombres que incurrieron en esta trampa en Michoacán, ganaron la contienda:
- Alberto Orobio Arriaga (PAN, PRI): electo como “alcaldesa” de Ziracuaretiro
- Jorge Luis Estrada Garibay (PAN, PRI, PRD): electo como “alcaldesa” de Ecuandureo
- Ruben Torres García (PRD): electo como “alcaldesa” de Charapan
- José Enrique Mora Cárdenas (PRD): electo como “alcaldesa” de Purépero
- Apolonio Ureña Martínez (PT, PVEM, Morena): electo como “alcaldesa” de Tumbiscatío
- Octavio Chavez Aguirre (PT, PES): electo como “alcaldesa” de Lagunillas
- Daniel Herrera Martín del Campo (MC): electo como “alcaldesa” de Tanhuato
- Martín Alexander Escalera Bautista (MÁS): electo como “alcaldesa” de Peribán
No fue el único estado en el que ocurrió. En San Luis Potosí el Partido Verde registró a 3 hombres cis como mujeres trans: José Reyes Martínez Rojas, “candidata electa” a la presidencia municipal de Venado; Daniel Alfonso Zavala de la Rosa, aspirante a Villa de Arista y acreedor de una regiduría; y Roberto Carlos Medina Hernández excandidato a Vanegas. En las páginas 48 y 49 de un documento oficial del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC), injustificadamente se avalaron sus candidaturas:
La comunidad transgénero no fue la única suplantada en estas elecciones. Julia Arcelia Olguin Serna de Morena fue electa como diputada en el distrito 2 de Zacatecas. El problema es que obtuvo su candidatura por una acción afirmativa dado que ella aseguró ser una persona afromexicana, sin aparentemente serlo. El caso de Jazmín Jaimes Albarran, aspirante a una diputación federal por PRI-PAN-PRD es similar. Ni siquiera en propaganda que compartió sobre su origen dice ser afromexicana.
Desde marzo, el INE detectó irregularidades en las postulaciones. El Instituto terminó por eliminar 23 candidaturas a personas que decían ser indígenas sin acreditar hablar ningún idioma originario, ni provenir de alguna comunidad. Además, borraron a 2 aspirantes del PT que se registraron como personas con discapacidad sin dar información adicional. El PT también perdió 2 candidaturas por otorgarle los puestos designados para migrantes a perfiles que no lo acreditaron. Morena igualmente colocó un perfil de forma incorrecta en esta última categoría.
En el último proceso electoral todos los partidos fueron culpables de contribuir al borrado de poblaciones históricamente marginadas. Las autoridades electorales no evitaron este abuso, porque no les importó, o por ignorancia que las hace incompetentes.
Fuente: Volcánicas