En abril, Naor Gilon, embajador de Israel en la India anunciaba el primer envió de trabajadores en el marco de un acuerdo para traer trabajadores indios
Este acuerdo supondría la movilización de miles de indios en vuelos acordados entre los dos estados, buscando reemplazar los hasta 80.000 trabajadores palestinos del banco occidental controlado por la Autoridad Palestina y los 17.000 de la franja de Gaza los cuales vieron su permiso de trabajo revocado después de los ataques de Hamas en octubre.
Sin embargo, este tipo de acuerdos no son nuevos por parte del Gobierno de la India, desde la llegada de Narendra Modi con su partido Bhartiya Janata Party (Partido Popular Indio), de corte nacionalista hindú al poder en 2014, relevando en el poder del gigante asiático al Congreso Nacional Indio. Este cambió las aproximaciones hacia Israel, convirtiéndose en palabras del propio Netanyahu en: “un aliado crucial de Israel para mejorar sus relaciones con el mundo desarrollado”.
Con este relevo, se rompió, la hasta ese momento, política exterior de no alineamiento que mantenía India con israelíes y palestinos, con visitas de ambos líderes políticos a los países del otro, e incluso con una foto de ambos caminando descalzos en una playa en 2017.
Desde que Hamas atacara, India ha mantenido una posición tímidamente a favor de Israel, condenando los ataques de Hamas inicialmente, y luego absteniéndose en la votación de una tregua humanitaria el 27 de octubre de 2023 en la asamblea general de las Naciones Unidas, esta abstención se explicó por parte del ministro de asuntos exteriores como una posición acerca del terrorismo, sin embargo, resulta paradójico cuando el Gobierno indio ni siquiera ha declarado a Hamas como un grupo terrorista.
Después del cambio de gobierno en 2014 hubo una regulación en las votaciones internacionales que condenaban o criticaban a Israel, sin embargo, al mismo tiempo, se votaba a favor de los derechos de los palestinos y en contra de la ocupación y los bombardeos israelíes, incluso, elevó su aportación a la Agencia para la ayuda a los refugiados palestinos de las Naciones Unidas y voto en contra de la decisión de EE.UU. de reconocer Jerusalén como la capital de Israel y haber movido su embajada allí en la Asamblea General de las NN. UU, pero, también se abstuvo en 2015 de votar sobre un informe del Consejo de Derechos Humanos de las NN. UU, que criticaba más a Israel que Hamás o incluso voto en contra de una resolución llamando a la Corte Penal Internacional a investigar los crímenes de guerra israelíes.A pesar de que el acuerdo de intercambio de trabajadores fue firmado antes de que Hamás atacara Israel, con la suspensión de los permisos de trabajos a palestinos, Israel vio un vacío en su fuerza productiva, especialmente en la construcción, de hecho, en diciembre, Netanyahu mantendría una conversación con Modi, en la que discutieron sobre adelantar la llegada de los trabajadores indios a Israel, a este respecto, los medios preguntaron al ministro de asuntos exteriores indio si esto suponía el reemplazo de los trabajadores palestinos, lo cual fue negado tajantemente, amparándose en que los indios son libres de buscar trabajo en el extranjero y que, además, India ha estado buscando la creación de acuerdos de movilidad de trabajadores con países extranjeros, incluyendo Israel.
Este acuerdo firmado inicialmente suponía la llegada de unos 40.000 indios para trabajar en el sector de la construcción y los cuidados en Israel. En enero, un equipo enviado por el gobierno israelí fue a la India y contrataron a 5.600 trabajadores, se vieron también largas colas de espera en los estados del norte de la India de Haryana y Uttar Pradesh, ya que el gobierno de Haryana publico una oferta de trabajo para carpinteros, herreros, alicatadores y yeseros, y, el pasado 2 de abril, después de un evento de despedida viajaron los primeros trabajadores hacia Israel en el marco del acuerdo mencionado.
Fuente: Primeros trabajadores enviados a Israel en el marco del acuerdo — Naor Gilon / (X) Twitter
Este tipo de estrategias por parte de Israel hace pensar que ya empiezan a organizar un futuro postgenocidio, además, el hecho de que concretamente quieran reforzar el sector de la construcción, puede llevar a creer que los planes que se publicaron en los cuales se planeaban resorts y hoteles en la costa de la Franja de Gaza están ya en marcha o lo estarán pronto, cuesta creer que con toda la evidencia acumulada hasta ahora de lo que está pasando en Gaza y el banco occidental, aún haya instituciones y medios que se nieguen a usar la palabra genocidio.