Los arqueólogos regresan a Mondoñedo a por pistas de la vida en una aldea altomedieval del siglo V en un yacimiento único en Galicia RAMÓN GONZÁLEZ REY
El año pasado hallaron en San Vicente una probable vivienda y un horno, datados entre el siglo V y el VII, una época de la que hay pocos yacimientos estudiados en Galicia
25 may 2024 . Actualizado a las 12:46 h.El próximo lunes, 27 de mayo, comenzará la segunda fase fase de investigación en el yacimiento de San Vicente de Trigás, en Mondoñedo. El equipo de la Universidade de Santiago (USC) y de la empresa Tempos Arqueólogos ampliará las excavaciones realizadas en dos fincas de un vecino, Miguel Chao, el pasado año, cuando se descubrió una estructura habitacional, una probable vivienda y un horno que lleva a los especialistas a pensar en la existencia de una posible aldea altomedieval. Los investigadores buscan las claves de la sociedad de la época sueva, entre los siglos V y VII, una etapa histórica de la que no abundan los datos, especialmente sobre la vida diaria de la gente común.
Los trabajos, que dirige Celtia Rodríguez, del Centro de Investigación Interuniversitario das Paisaxes Atlánticas Culturais (Cispac) y el investigador del proyecto Arqueoloxía das Paisaxes Monásticas na Galicia Altomedieval (Arpamed) José Carlos Sánchez Pardo, se prolongarán hasta el 7 de junio. La segunda fase de la excavación se centrará, por un lado, en continuar con el sondeo realizado en el pasado curso, y por otro, evaluar los posibles muros descubiertos a partir de una prospección geofísica realizada en marzo por la empresa SOT. Los resultados fueron positivos, y permiten pensar en que la superficie del yacimiento es mayor de la que se pensaba, «con moito potencial».
El estudio cuenta con la colaboración del Concello de Mondoñedo a través del asesoramiento del arqueólogo Abel Vigo, así como con la participación de la especialista en arqueobotánica Leonor Peña Chocarro, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien analizará las especies de plantas y cultivos que se utilizaban en la fase altomedieval del yacimiento.
«Imos continuar a cata da zona na que apareceu o forno e sondear alí onde o xeorradar apuntou a estruturas», indica Rodríguez. Con un método interdisciplinar, se busca saber más de las personas que vivieron en el lugar.El yacimiento de Mondoñedo ofrece «unha oportunidade» y el hallazgo de la estructura habitacional «é algo moi positivo para a Historia de Galicia», asegura la directora de la investigación, «pois hai moi poucos contextos deste período do século V ao VII. Temos un hábitat doméstico, un forno e atopamos cerámica, e cremos que estamos ante a posibilidade de estudar unha aldea primixenia desta época máis escura para o coñecemento histórico», añade. En Galicia se cuentan cinco asentamientos de este tipo, pero en la mayoría de ellos «os estudos beben do gran traballo que fixo a arqueoloxía de xestión para documentar os restos durante a construción de grandes obras, como por exemplo autovías». La singularidad es en este caso que un equipo arqueológico podrá exprimir con más tiempo y medios la información que esconde el lugar.
¿Qué queda por saber de la Galicia altomedieval? Mucho, señala Rodríguez, especialmente «sobre a vida cotiá das persoas que viviron nestes séculos: a forma de asentarse, de realizar as tarefas… A maioría dos estudos teñen que ver coas elites suevas, e hai vida máis alá. A maior parte da poboación vivía no rural. Daquela buscamos un enfoque distinto», matiza.
El equipo espera también que la investigación pueda aportar información nueva sobre la evolución del uso del territorio. En el siglo VI, «en Lugo temos como exemplo a ocupación, ata ese período, do castro de Viladonga. Sabemos que hai un abandono dos asentamentos castrexos, pero precisamos ir máis alá e saber como eran as aldeas polas que se deixaron os castros», ahonda.
Respecto a la cerámica aparecida en la zona, es de colores oscuros y formas que se alejan de las típicas romanas, «porque entre os séculos V e VII hai unha rexionalización da produción, que ten unha maior entidade propia».
El yacimiento de San Vicente de Trigás ejemplifica que en la arqueología, a veces no se busca lo que se encuentra y en ocasiones se halla más de lo esperado. La aparición del horno altomedieval redimensionó una investigación centrada en estudiar una necrópolis, excavada por Vigo por primera vez en el 2013. Sin embargo, los restos no fueron en este caso tan elocuentes. «Apareceu un individuo infantil en moi mal estado de conservación e outro adulto, un home», señala Rodríguez. Especialistas en antropología estudian lo recuperado y presentarán más adelante en un congreso internacional los resultados de su análisis.
Esta intervención está financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación, y por la Agencia Estatal de Investigación a través de la convocatoria del Plan Nacional Generación de Conocimiento 2020.