Este vecino de Meirás expone varias piezas en el Museo Mares de Cedeira hasta final de mes
25 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Con 17 años, Francisco López Carreira (Irixoa, 1950) se fue a trabajar al barrio de Loyola, en San Sebastián. Allí surgió su afición por la electrónica, en un taller donde montaba diales de radios (y reparaba lo que caía en sus manos) por 500 pesetas al mes. Desde 1976, este albañil jubilado vive en Meirás, en Valdoviño, donde guarda su colección de radios antiguas. «Teño 150 e todas as puxen a funcionar», señala en el Museo Mares de Cedeira, donde expone 40 aparatos hasta finales de mayo.
Francisco nació el 14 de noviembre, el mismo día que se produjo la primera emisión de radio en España, de la que este año se cumple un siglo. Durante el servicio militar, en El Aaiún, en el Sáhara Occidental, se sacaba unos duros arreglando los transistores de los reclutas (y bordando la cara de sus novias en cuadros de hilos de seda). Pasaron los años, y en 2005, a raíz de una baja laboral, conoció «a un coco da electrónica», de quien aprendió mucho, y a otros dos vecinos de Narón y Doniños aficionados. Así fue consiguiendo sus radios, que luego empezó a comprar por internet y que ahora muestra en ferias y en salas de distintas localidades.
En su colección hay pieza piezas de marcas como Opereta, Clarion, Grundig, Roberts o Bush. Cree que la más antigua es una Zenith de color negro, «unha radio americana que escoitaban nas trincheiras, na guerra, porque é a baterías». «Hai unha Gallaris que non se sabe de onde veu, suponse que a fixo alguén para si, pero ten chapa identificativa», cuenta. Las cajas son de madera o baquelita, y aparte de atesorar aparatos, repara, alguno para Salamanca, Málaga o Fuenterrabía.