El gobierno local aclara que los proyectos no se van a abandonar y que están contemplados en los presupuestos
Los grupos municipales de Ferrol en Común (FeC) y del Bloque Nacionalista Galego (BNG) cargaron ayer contra el gobierno local de la ciudad naval por la decisión de dar de baja cuatro partidas presupuestarias para otorgar una subvención directa de carácter excepcional al Racing. Al parecer, como explicaron ambas formaciones y que posteriormente matizó el gabinete del alcalde, José Manuel Rey, se trata de una cuantía de 750.000 euros, que se otorgará al equipo ferrolano para acometer el cambio de iluminación del estadio de A Malata.
Cabe señalar, como el propio FeC explica, que esta intervención es necesaria para cumplir los requisitos establecidos para competir en su actual categoría –las instalaciones deportivas deben ser de tecnología LED–, de ahí la urgencia de esta ayuda. Asimismo, esta subvención estaría enmarcada en el convenio firmado entre el Concello y la sociedad deportiva, mediante el cual es el gobierno local en encargado del mantenimiento y mejora del estadio local.
Intervenciones
Los proyectos que, por esta coyuntura, se han visto afectados, son la adquisición de un nuevo local social para el barrio de Ultramar (262.826 euros), la renovación del mercado de Recimil (300.000 euros), la instalación de iluminación LED en el rural (150.000 euros) y las obras para solventar el tapón circulatorio en la calle Penas de Guitín (37.163 euros).
De este modo, ambas formaciones denunciaron el “menosprezo” del gobierno local hacia las zonas afectadas, instando al gobierno local a que dé marcha atrás en esta decisión. Los grupos municipales insistieron en la importancia de estas intervenciones, recordando que llevaban mucho tiempo programadas y que son esenciales para el desarrollo de los barrios.
Respuesta municipal
Ante las críticas de los grupos de la oposición, como se señaló, el ejecutivo ferrolano matizó el futuro de estos proyectos, insistiendo en que no se iban a dejar de lado. Todos ellos, explica, pertenecen al anexo de los presupuestos de 2021 y, por tanto, deberían ejecutarse antes del 31 de diciembre del presente año. No obstante, estas actuaciones no están actualizadas –es decir, los costes que contemplan no se corresponden con los actuales–, lo que haría inviable su realización antes de que finalice 2024.
Así, en lo referente al local de Ultramar, atendiendo a la petición de los vecinos de reformar el actual en lugar de comprar uno nuevo, se ha destinado una partida para ello en las cuentas de este año. Para el mercado de Recimil, por otro lado, se está buscando captar fondos europeos, dado que los 300.000 iniciales eran muy insuficientes para la intervención. Por último, tanto la iluminación del rural como el tapón de tráfico no están incluidas en las cuentas del presente ejercicio, pero en cualquier caso sus costes deben ser actualizados.