Era unos de los peores castigos de la antigua Grecia .En caso de asesinato político o alta traición,la
asamblea de ciudadanos podía decidir la KATASKAPHE , la destrucción de las casas de los culpables y la
condena de sus familias al exilio. Con esa pena escribe el historiador Walter R. Connor, la ciudad quería
materializar la " exclusión definitiva de la sociedad del transgresor y sus descendientes".
En Palestina, sin embargo ,la época de los castigos colectivos parece no llegar nunca a su fin . Desde
hace décadas, Israel arrasa las casas de palestinos acusados de terrorismo ,antes incluso de toda condena
judicial ,poniendo a sus familias en las calles con un único objetivo de venganza, humillación e
intimidación. Ésto también afecta a los residentes de Jerusalén Este , que pueden perder su permiso de
residencia , por actos cometidos por un allegado.
Los aficionados a la Kataskaphe inventan un nuevo contrato social:en lo alto de la escala,todo éxito
merece una recompensa individual; abajo , todo fracaso exige un castigo colectivo.