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«Tengo 110 años» CONSOLACIÓN PAZ PRECEDO AL HILO

 


Soy Consolación Paz Precedo y vivo en una aldea de Cambre (A Coruña). Nací el 28 de diciembre de 1913, así que tengo 110 años, camino de los 111.

Me piden que recuerde algunos momentos de cuando era joven para poder conmemorar de una manera especial este 8M. Me ayudan mis nietos (tengo cuatro y otras cuatro bisnietas) a traer mis recuerdos a la actualidad.

Aquellos tiempos nada tienen que ver con los de hoy. Eran complicados. Las mujeres no tenían ni la presencia ni el respeto que tienen hoy. Cuando se casaban los varones, se traían a las nueras para casa y hacían de esclavas. Normalmente, si había dos hijos, uno de ellos se quedaba en casa y el otro se iba a estudiar fuera.

Las situaciones más dolorosas y habituales estaban relacionadas con aquellas mujeres que tenían hijos estando solteras. Las maltrataban en casa. Eran muchísimos los casos.

En aquellos primeros años del siglo XX, el trabajo más habitual era labrar la tierra. Si en casa había jornaleros tenías que ir con ellos a trabajar, a ayudarles. No los podías dejar solos.

Las relaciones en el hogar tampoco eran fáciles. Muchos hombres se fueron a la emigración, y en algún caso la «sensación de alivio» en el hogar era muy gratificante. ¿Por qué? Porque las mujeres en aquellos tiempos no podían protestar porque si no «había leña». Ellos solían ser un poco bravos, así que no se podía protestar. Mi marido también marchó a Venezuela a buscar fortuna, pero yo lo eché mucho de menos. Volvió enfermo y murió con solo 45 años.

Como contaba, yo trabajé la tierra, pero también aprendí a coser y ayudé a sacar a mi familia adelante. Eso es lo más importante.