Las operaciones para controlar Talgo y Ercros sacan del primer plano la intensificación de los procesos de absorción de empresas con elevadas cuotas de mercado que se producen al margen de la bolsa y que superan las 250 desde la pandemia.
Hasta 15 empresas españolas punteras y/o con amplias cuotas de mercado en distintos sectores han pasado en lo que va de año a estar bajo el control de otras de matriz extranjera o controladas por fondos de inversión, según se desprende de los expedientes de autorización de operaciones de concentración aprobados por la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).
Entre esas operaciones de toma de control que han recibido la autorización, cuando menos preliminar, del órgano de supervisión de la competencia se encuentran las de EGI, especializada en la conservación de carreteras, por la portuguesa Ascendi, que se dedica a equipar autopistas; la de Enganches Aragón, líder estatal y del sur de Europa en accesorios para remolques y caravanas, por la alemana Rameder, o la de Parkia, que suma 40.000 plazas de aparcamiento en 44 ciudades, por la francesa Indigo.También se encuentran en el listado la adquisición de la papelera Artemis Ood por la irlandesa Smurfit; la de la cadena de tiendas de cosmética Clarel, antiguamente filial de DIA, por el grupo colombiano Trinity o la del negocio local de Clear Channel por la filial española de JCDecaux, el gigante francés que lidera el mercado mundial de los soportes publicitarios urbanos.
Se trata de empresas poco conocidas para el público en general pero cuyas absorciones suponen en todos los casos notables grados de concentración de cuotas de mercado en manos del comprador, lo que hace que las operaciones requieran el visto bueno previo, en ocasiones con condiciones, de la CNMC.
Hasta 15 empresas españolas punteras y/o con amplias cuotas de mercado en distintos sectores han pasado en lo que va de año a estar bajo el control de otras de matriz extranjera o controladas por fondos de inversión, según se desprende de los expedientes de autorización de operaciones de concentración aprobados por la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).
Entre esas operaciones de toma de control que han recibido la autorización, cuando menos preliminar, del órgano de supervisión de la competencia se encuentran las de EGI, especializada en la conservación de carreteras, por la portuguesa Ascendi, que se dedica a equipar autopistas; la de Enganches Aragón, líder estatal y del sur de Europa en accesorios para remolques y caravanas, por la alemana Rameder, o la de Parkia, que suma 40.000 plazas de aparcamiento en 44 ciudades, por la francesa Indigo.
También se encuentran en el listado la adquisición de la papelera Artemis Ood por la irlandesa Smurfit; la de la cadena de tiendas de cosmética Clarel, antiguamente filial de DIA, por el grupo colombiano Trinity o la del negocio local de Clear Channel por la filial española de JCDecaux, el gigante francés que lidera el mercado mundial de los soportes publicitarios urbanos.
Se trata de empresas poco conocidas para el público en general pero cuyas absorciones suponen en todos los casos notables grados de concentración de cuotas de mercado en manos del comprador, lo que hace que las operaciones requieran el visto bueno previo, en ocasiones con condiciones, de la CNMC.
Esas tomas de control, que resultan ser más de 250 desde la pandemia y se acercan a las 900 en la última década, se han producido al margen de OPA (Oferta Pública de Adquisición de acciones) como las que en los últimos meses han lanzado fondos y compañías extranjeras como la húngara Ganz-Magav Europe ZRT sobre la ferroviaria Talgo, la portuguesa Bondalti Ibérica sobre la química Ercros o, sucesivamente, el londinense Amber Equityco y el neoyorquino Apollo sobre la certificadora Applus, aunque el uso de vías diferentes responde a una cuestión de procedimiento.
Las OPA son ofertas de compra de acciones de empresas que cotizan en la bolsa
Las OPA son, básicamente, ofertas de compra de acciones de empresas que cotizan en la bolsa, mientras que las operaciones que supervisa la CNMC se llevan a cabo sobre participaciones ajenas al vaivén de los mercados bursátiles, es decir, que se trata de compraventas, absorciones y fusiones de toda la vida.