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524 médicos gallegos que combinan pública y privada cobran un plus similar al de los que solo trabajan en la Xunta

 


David Lombao

En abril de 2023, la Consellería de Sanidad firmó un pacto con el sindicato médico CESM para desconvocar la huelga de personal facultativo que la organización gremial había convocado en solitario. En poco más de una semana había provocado la suspensión de más de 1.600 operaciones quirúrgicas, casi 3.000 pruebas y unas 32.000 consultas. 

El acuerdo consistió, esencialmente, en mejoras retributivas para médicas y médicos e incluía ampliar a los que también trabajan en la privada el denominado "complemento específico", un plus salarial reservado, hasta aquel momento, a profesionales que ejercen exclusivamente en el Sergas (Servicio Gallego de Salud). En paralelo, Sanidad también había acordado con los sindicatos de la Mesa Sectorial -órgano formal de interlocución con el personal, compuesto según los resultados de las elecciones sindicales- subidas retributivas para otras categorías profesionales.

Ya en el verano, Sanidad afinó el compromiso con el CESM: el personal médico del Sergas que también trabaja en la privada comenzaría a acceder al plus ya en 2024. Frente a los 900 euros adicionales de médicas y médicos que se dedican solo a la pública, los que también trabajan en la privada cobrarían unos 720. Actualmente, ya gozan de él algo más de medio millar de facultativos.

Según adelantó La Voz de Galicia y pudo confirmar Praza.gal de fuentes oficiales de la Consellería de Sanidad, el pasado febrero fueron, concretamente, 524 las nóminas de médicas y médicos del Sergas que también trabajan en la privada que incluyeron el complemento específico. El coste para el erario, atendiendo a las cantidades anunciadas, rondaría los 360.000 euros el mes pasado. 

Los presupuestos del Sergas para 2024 asignaban 202,6 millones de euros para el pago de los complementos específicos de las diversas categorías profesionales, unos 11 millones más que en el año previo. Este incremento no es atribuible en exclusiva a la decisión política de extenderlo al personal médico que trabaja también en la privada, precisamente porque el Gobierno gallego no lo tomó para el resto del personal del Sergas.