Saltar ao contido principal

Los más de 2.000 migrantes a los que se dejó morir en el Mediterráneo central

Médicos Sin Fronteras alerta en un nuevo informe de las "prácticas fronterizas violentas" y la "inacción deliberada" de países europeos en el rescate de migrantes en el mar, donde este año han muerto casi 2.200 personas, la cifra más alta desde 2017.



Se suele decir que mueren, aunque en realidad muchas veces se les deja morir. Otras, lo que debería ser un rescate seguro se convierte en la devolución al punto de partida, a condiciones de violencia descarnada. Ocurre en mar abierto, donde hay pocos ojos y menos voces que lo cuenten.

Las ONG y sus barcos que salvan vidas en la ruta migratoria del Mediterráneo central son algunos de los escasos testigos de esta catástrofe evitable que, en lo que va de año, se ha cobrado vida de casi 2.200 personas migrantes.

Este es ya el año con más fallecidos en el Mediterráneo central desde 2017. En menos de una década, el mar se ha tragado a más de 28.000 personas que solo pueden arriesgar la propia vida para buscar una mejor en Europa. Mientras, diferentes países europeos han ido desplegando medidas cada vez más restrictivas a la labor de estas ONG, que asumieron en 2015 la responsabilidad que dejaron de ejercer algunos de estos Estados, sobre todo Italia, pero también la Unión Europea en su conjunto.


Se suele decir que mueren, aunque en realidad muchas veces se les deja morir. Otras, lo que debería ser un rescate seguro se convierte en la devolución al punto de partida, a condiciones de violencia descarnada. Ocurre en mar abierto, donde hay pocos ojos y menos voces que lo cuenten.

Las ONG y sus barcos que salvan vidas en la ruta migratoria del Mediterráneo central son algunos de los escasos testigos de esta catástrofe evitable que, en lo que va de año, se ha cobrado vida de casi 2.200 personas migrantes.

Thank you for watching

Este es ya el año con más fallecidos en el Mediterráneo central desde 2017. En menos de una década, el mar se ha tragado a más de 28.000 personas que solo pueden arriesgar la propia vida para buscar una mejor en Europa. Mientras, diferentes países europeos han ido desplegando medidas cada vez más restrictivas a la labor de estas ONG, que asumieron en 2015 la responsabilidad que dejaron de ejercer algunos de estos Estados, sobre todo Italia, pero también la Unión Europea en su conjunto.

Los acuerdos europeos con países como Túnez o Libia, donde los migrantes son sometidos a tratos inhumanos, torturas, extorsión, esclavitud y otras variadas formas de violencia, se han ido ampliando con el único objetivo de reducir las llegadas de embarcaciones. Pero la estrategia sigue sin funcionar, como demuestran los datos de 2023. Casi 140.000 personas han logrado desembarcar en Italia o Malta hasta septiembre, cifras que se acercan a las de 2016, segundo año de la gran crisis de los refugiados."¿Cuántas muertes más en el Mediterráneo central necesitan los Estados europeos para detener su enfoque hostil e inhumano?", se pregunta Juan Matías Gil, coordinador de operaciones de rescates de Médicos Sin Fronteras (MSF).

La ONG lleva trabajado en misiones de búsqueda y rescate en la zona desde 2015 con ocho buques de diferentes que han puesto a salvo a 90.000 personas. En su último informe, titulado Nadie vino a rescatarnos, denuncia la "inacción deliberada de los Estados europeos" y "prácticas fronterizas violentas" que están contribuyendo a este aumento de muertes en el mar.

"Desde principios de año, una media de ocho personas al día han perdido la vida o han desaparecido en esta ruta", alerta MSF, que insta "a la Unión Europea y a sus Estados miembros, especialmente a Italia y Malta, a que cambien inmediatamente de rumbo para dar prioridad a la seguridad de quienes buscan refugio en las costas europeas", reclama Gil.