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Javier Cámara, un «bo e xeneroso» para el equipo de «Rapa»: adiós al rodaje que cambió a Ferrol

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El actor terminó el jueves su participación en la tercera y última temporada de esta serie con esta frase: «Non é a choiva, son os meus ollos»

11 nov 2023 . Actualizado a las 12:48 h.

Durante los dos años de rodaje de Rapa, Javier Cámara se ha convertido en un ferrolano más. Paseó por las calles de A Magdalena, se tomó un café en el Casino entre los murales de Bello Piñeiro, montó a sus hijos en las atracciones de las fiestas y bailó en las patronales de O Val (Narón). El jueves fue su último día de filmación en la serie, que termina de grabarse el día 17 de este mes. Y el director de Rapa, Jorge Coira, le dedicó unas palabras en nombre de todo su equipo. Porque para ellos, Javier Cámara recibe el mejor piropo que se le puede dar a un gallego: «Bo e xeneroso».


Ayer, tres años después de haber arrancado este viaje que fue Rapa, el grandísimo Javier Cámara acabó el rodaje de la tercera y última temporada. Necesitaría una infinidad de posts para abarcar todo el brutal cariño, respeto y admiración que siento por este tío, JORGE COIRA

Así se refería a Cámara el director Jorge Coira en las redes sociales: «Tres años después de haber arrancado este viaje, ayer (en referencia al jueves) el grandísimo Javier Cámara acabó el rodaje de la tercera y última temporada, necesitaría una infinidad de posts para abarcar todo el brutal cariño, respeto y admiración que siento por este tío». Añade Coira que «sabía de su talento monumental antes de conocerlo en persona, pero durante este tiempo a su lado fui testigo de su gigantesca generosidad con sus compañeros y con todo el equipo, de su ética del trabajo, de su compromiso, de su bestial simpatía, de su bondad». Y concluye que «sen dúbida Javier é dos bos e xenerosos». Coira sabe que «lo voy a echar muchísimo de menos y s0lo espero que este sea el primero de muchos otros viajes más gozosos, ¡qué tipo más grande!». 

El propio Cámara ilustró estos días en sus stories de Instagram su lenta despedida de la ciudad: con cascos de Navantia, el amanecer sobre los astilleros con las grúas cigüeña, una olla de percebes en un día de rodaje, una foto junto a Darío Loureiro con el comentario «rapaces fai frío, agardando a que escampen estes refachos furacanados». La reflexión desde los montes gallegos, «al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver». O la despedida cruzando un puente, con Rosalía de Castro: «Non é a choiva son os meus ollos (adeus vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos».