Saltar ao contido principal

30 NOVIEMBRE, 2023 El odio a los MENACartel electoral de Vox en la estación de cercanías de Sol, a 21 de abril de 2021, en Madrid.- EP Doce chavales, pequeños, menores de edad, han denunciado abusos en un centro de menores en Canarias. Solo doce de las varias decenas de chavales que han sido abusados han sido capaces de poner la denuncia, tras huir del centro y buscar un respaldo externo al de la policía que no les creía. Es la primera vez que hay una denuncia colectiva de abusos por parte de estos chavales. Ha habido denuncias individuales que no han prosperado porque cuando se intenta avanzar con ellas los chavales han desaparecido. Lo cual resulta muy conveniente para todos los implicados, menos para los chavales que se han quedado en los sitios donde los maltratan, o aquellos que están por llegar. Thank you for watching La paguita se la llevan este caso organizaciones que se supone tienen que apoyar a estos chavales. Directores y gestores desalmados, alguna señora del partido de ultraderecha nacional, usaron el dinero para tratamientos faciales, mientras a los chicos les pegaban y en algunos casos los tocaban donde no se debe tocar nunca a un menor. Los chavales que vienen solos a nuestro país, especialmente los que vienen de Marruecos y de África en general, suelen ser extraordinarios. No debería ser así. Deberían tener el derecho a ser simplemente normales. Pero para sobrevivir a tanto odio y tanto maltrato se les exige que no comentan el más mínimo error. Y por desgracia, en nuestra sociedad, ser abusado es un error que generalmente solo paga el abusado. Si resulta dificilísimo denunciar y luchar contra los abusos en otros casos, pienso obviamente en las mujeres, imagínate siendo un chaval que no habla bien el idioma, adolescente, con su pelo rapado y su marca extranjera. La cantidad de denuncias que caen en saco roto con la coletilla de "se lo está inventado, en realidad solo se trata de poner orden nada más". Haciendo un repaso del trabajo de la Fundación porCausa sobre este tema me di cuenta que llevamos nueve años generando información sobre abusos, acogida familiar, normalización de la juventud migrante e incluso humanización de los chavales. Hemos conseguido dar pequeños pasos, que son importantísimos porque cada chaval que consigues ayudar merece la pena el esfuerzo, pero sigue siendo sorprendente y dolorosa la reacción de la gente. Sin ir más lejos, el otro día en mi videoblog en este diario, sobre nuestro nuevo informe, en el que contamos que los chavales se tienen que enfrentar a una narrativa extremadamente hostil, recibí un odio inaudito. La virulencia de los ataques, la dureza, no dejan un resquicio de esperanza, resulta realmente devastador. Yo soy muy del dicho de "ladra chucho que no te escucho", y no hago mucho caso, pero pienso en uno de estos chavales, recibiendo estos mensajes, y se me hiela el alma. Para ponerlo en contexto, de todos los informes que hemos sacado en la Fundación porCausa en los últimos diez años, este es el que más odio ha levantado. La verdad es que yo estoy cansada de oírnos hablar de estos chavales. Lo que realmente me parece útil y emocionante es escucharles a ellos cuando se da la conjunción astral de que consiguen que les demos un micrófono y además se llenan de valor para usarlo. En ese momento se evidencia todo lo que parece que se nos olvida imbuidos en la narrativa hegemónica: que son chavales como cualquier otro, que tienen sueños, que han sufrido mucho sin razón, que hay que cambiar el sistema empezando por la narrativa. Este martes lo explicaba tan bien el creador de EXMENA Ismail El Majdoubi, en el Intermedio, "somos un colectivo grande y si buscas a alguien malo lo encontrarás pero si buscas a un poeta o un futbolista también". Esa es la parte buena, que cada vez hay más chicos que quieren hablar. También, los cambios legislativos de la anterior legislatura han permitido muchas regularizaciones que dotan a los chavales de los derechos básicos y los casos de éxito inspiran y ayudan a generar nuevos marcos de debate. Estamos ahí. Se puede.

 LUCILA RODRÍGUEZ-ALARCÓN



El odio a los MENA
Cartel electoral de Vox en la estación de cercanías de Sol, a 21 de abril de 2021, en Madrid.- EP
Doce chavales, pequeños, menores de edad, han denunciado abusos en un centro de menores en Canarias. Solo doce de las varias decenas de chavales que han sido abusados han sido capaces de poner la denuncia, tras huir del centro y buscar un respaldo externo al de la policía que no les creía. Es la primera vez que hay una denuncia colectiva de abusos por parte de estos chavales. Ha habido denuncias individuales que no han prosperado porque cuando se intenta avanzar con ellas los chavales han desaparecido. Lo cual resulta muy conveniente para todos los implicados, menos para los chavales que se han quedado en los sitios donde los maltratan, o aquellos que están por llegar.

Thank you for watching

La paguita se la llevan este caso organizaciones que se supone tienen que apoyar a estos chavales. Directores y gestores desalmados, alguna señora del partido de ultraderecha nacional, usaron el dinero para tratamientos faciales, mientras a los chicos les pegaban y en algunos casos los tocaban donde no se debe tocar nunca a un menor.

Los chavales que vienen solos a nuestro país, especialmente los que vienen de Marruecos y de África en general, suelen ser extraordinarios. No debería ser así. Deberían tener el derecho a ser simplemente normales. Pero para sobrevivir a tanto odio y tanto maltrato se les exige que no comentan el más mínimo error. Y por desgracia, en nuestra sociedad, ser abusado es un error que generalmente solo paga el abusado. Si resulta dificilísimo denunciar y luchar contra los abusos en otros casos, pienso obviamente en las mujeres, imagínate siendo un chaval que no habla bien el idioma, adolescente, con su pelo rapado y su marca extranjera. La cantidad de denuncias que caen en saco roto con la coletilla de "se lo está inventado, en realidad solo se trata de poner orden nada más".

Haciendo un repaso del trabajo de la Fundación porCausa sobre este tema me di cuenta que llevamos nueve años generando información sobre abusos, acogida familiar, normalización de la juventud migrante e incluso humanización de los chavales. Hemos conseguido dar pequeños pasos, que son importantísimos porque cada chaval que consigues ayudar merece la pena el esfuerzo, pero sigue siendo sorprendente y dolorosa la reacción de la gente. Sin ir más lejos, el otro día en mi videoblog en este diario, sobre nuestro nuevo informe, en el que contamos que los chavales se tienen que enfrentar a una narrativa extremadamente hostil, recibí un odio inaudito. La virulencia de los ataques, la dureza, no dejan un resquicio de esperanza, resulta realmente devastador. Yo soy muy del dicho de "ladra chucho que no te escucho", y no hago mucho caso, pero pienso en uno de estos chavales, recibiendo estos mensajes, y se me hiela el alma. Para ponerlo en contexto, de todos los informes que hemos sacado en la Fundación porCausa en los últimos diez años, este es el que más odio ha levantado.