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Crisis migratoria en la UE: ¿qué sabemos sobre lo que ocurre en Lampedusa?

 



En apenas dos días, entre el 12 y el 14 de septiembre, más de 7.000 personas llegaron en unas 120 pateras (pequeñas embarcaciones no aptas para la navegación) a la isla italiana de Lampedusa, que ha visto más de 10.000 llegadas en lo que va de mes. Una cifra récord para una isla de poco más de 6.000 habitantes y que está desbordada.

El punto crítico de Lampedusa es el primer centro europeo de acogida y clasificación, donde los recién llegados son mantenidos alejados de la población local y preidentificados antes de ser trasladados a Sicilia o a otros centros en Italia.


En apenas dos días, entre el 12 y el 14 de septiembre, más de 7.000 personas llegaron en unas 120 pateras (pequeñas embarcaciones no aptas para la navegación) a la isla italiana de Lampedusa, que ha visto más de 10.000 llegadas en lo que va de mes. Una cifra récord para una isla de poco más de 6.000 habitantes y que está desbordada.

El punto crítico de Lampedusa es el primer centro europeo de acogida y clasificación, donde los recién llegados son mantenidos alejados de la población local y preidentificados antes de ser trasladados a Sicilia o a otros centros en Italia.

En apenas dos días, entre el 12 y el 14 de septiembre, más de 7.000 personas llegaron en unas 120 pateras (pequeñas embarcaciones no aptas para la navegación) a la isla italiana de Lampedusa, que ha visto más de 10.000 llegadas en lo que va de mes. Una cifra récord para una isla de poco más de 6.000 habitantes y que está desbordada.

El punto crítico de Lampedusa es el primer centro europeo de acogida y clasificación, donde los recién llegados son mantenidos alejados de la población local y preidentificados antes de ser trasladados a Sicilia o a otros centros en Italia.

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En un comunicado conjunto publicado a mediados de septiembre por más de 80 ONG, estas denuncian el hacinamiento y su incapacidad con sus 389 plazas para acoger dignamente a las personas que siguen llegando diariamente a la isla.

Según InfoMigrants, más de 84.300 personas llegaron a Italia por vía marítima entre el 1 de enero y el 23 de julio, un aumento del 144% respecto al año anterior. De ellos, más de la mitad lo hizo a Lampedusa. La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) estima que la ruta del Mediterráneo Central supone la mitad de los 232 350 "pasos fronterizos irregulares" hacia la UE en los primeros ocho meses de 2023, el número más alto para este periodo desde 2016. Pero, como indica la presidenta de la Cruz Roja italiana, Rosario Valastro, no es una cuestión de contar el récord de llegadas o de desembarcos, sino de dar respuesta "a una humanidad que sufre".

¿Quiénes son? ¿Por qué vienen?

La isla de Lampedusa, a poco más de 100 kilómetros de la costa de Túnez, es por su proximidad a África la puerta de entrada a Europa para muchos migrantes que buscan una nueva vida. A bordo de las pateras que llegan a Lampedusa procedentes de Túnez se encuentran refugiados y migrantes de supervivencia de diferentes países africanos. La mayoría son hombres jóvenes y menores no acompañados, pero también hay mujeres, algunas embarazadas, y niños, aunque en menor número.

No hay datos oficiales sobre nacionalidades pero, según diversas fuentes, proceden de Sudán, Etiopía, Somalia, Chad, Eritrea o Níger, así como de Costa de Marfil, Guinea, Camerún, Burkina Faso, Malí y Tunez.

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En un comunicado conjunto publicado a mediados de septiembre por más de 80 ONG, estas denuncian el hacinamiento y su incapacidad con sus 389 plazas para acoger dignamente a las personas que siguen llegando diariamente a la isla.

Según InfoMigrants, más de 84.300 personas llegaron a Italia por vía marítima entre el 1 de enero y el 23 de julio, un aumento del 144% respecto al año anterior. De ellos, más de la mitad lo hizo a Lampedusa. La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) estima que la ruta del Mediterráneo Central supone la mitad de los 232 350 "pasos fronterizos irregulares" hacia la UE en los primeros ocho meses de 2023, el número más alto para este periodo desde 2016. Pero, como indica la presidenta de la Cruz Roja italiana, Rosario Valastro, no es una cuestión de contar el récord de llegadas o de desembarcos, sino de dar respuesta "a una humanidad que sufre".

¿Quiénes son? ¿Por qué vienen?

La isla de Lampedusa, a poco más de 100 kilómetros de la costa de Túnez, es por su proximidad a África la puerta de entrada a Europa para muchos migrantes que buscan una nueva vida. A bordo de las pateras que llegan a Lampedusa procedentes de Túnez se encuentran refugiados y migrantes de supervivencia de diferentes países africanos. La mayoría son hombres jóvenes y menores no acompañados, pero también hay mujeres, algunas embarazadas, y niños, aunque en menor número.

No hay datos oficiales sobre nacionalidades pero, según diversas fuentes, proceden de Sudán, Etiopía, Somalia, Chad, Eritrea o Níger, así como de Costa de Marfil, Guinea, Camerún, Burkina Faso, Malí y Tunez.

En años anteriores, la mayoría procedía de Libia y fueron rescatados por barcos de ONG humanitarias y de rescate italianos antes de llegar a la isla, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Es probable que las cifras aumenten aún más tras las catastróficas inundaciones en Libia.

Detrás de este alto número de llegadas hay factores coyunturales. La tormenta Daniel, la misma que provocó el desastre en Libia, obligó a los contrabandistas a suspender sus operaciones durante varios días, creando un cuello de botella en la ciudad costera tunecina de Sfax. También parece que las llegadas masivas pueden ser una forma intencionada de colapsar el sistema. Asimismo, coincide con el final del verano el momento en el que suelen aumentan los cruces en barco antes del clima más duro del otoño y el invierno.

Por otro lado, la situación socioeconómica en Túnez, con una elevada inflación y falta de empleo, ha empeorado afectando tanto a los tunecinos como a los extranjeros que viven allí. La represión política, así como la hostilidad y la violencia hacia los solicitantes de asilo y migrantes africanos negros, particularmente los subsaharianos, alimentada por las declaraciones racistas del presidente Kaïs Saied a principios de año, han empujado a los migrantes a cruzar. Muchos vivieron y trabajaron en Túnez durante años antes de decidirse a partir hacia Europa.