La resistencia de la guerrilla antifranquista en Cabanas, amparada por la espesura de las Fragas do Eume, tuvo un relevante papel en la zona y ayer el BNG, con la Fundación Galiza Sempre (FGS) y con la colaboración de colectivos como Son Radiofusión, el Ateneo Fernán Martís, el Colectivo Terra, la Fundación Artabria o la revista Mazarelos promovió un homenaje en recuerdo de las personas que lucharon contra el régimen franquista desde la clandestinidad. Fue un acto que se extendió también a quienes facilitaban la supervivencia a los escapados, en una red de apoyo y de silencios fundamental para sostenerse en el tiempo.
Un cortejo cívico, desde la aldea de Xicos, recorrió en la mañana de este sábado algunos de los puntos más importantes de esta historia de posguerra, en donde vivían o fueron asesinados algunos de los represaliados. La ruta estuvo guiada por Javier Rodríguez, decano de la Facultad de Historia de la Universidad de León; Henrique Sanfiz, director de Radiofusión; y la profesora Anxos García Fonte.
Diversos familiares de estas personas represaliadas participaron en el encuentro, algunas de ellas desplazadas específicamente desde Francia para poder acudir.
Intervinieron Luis Bará, diputado del BNG en el Parlamento; Lucía Veciño, secretaria de la Fundación Galiza Sempre; e Iago Varela, portavoz municipal del BNG en Cabanas. Además, se descubrió una placa al pie de la escuela de Lavandeira y se realizó una ofrenda floral. Fue un acto simbólico, puesto que la placa no queda físicamente en el lugar. El ramo se depositó en el cementerio de Regoela.
“Cabanas foi un dos núcleos de maior resistencia antifranquista, onde moitos fuxidos valéronse da espersura das Fragas do Eume como refuxio”, explicó el concejal nacionalista Iago Varela. “Estas persoas fuxidas valéronse da solidariedade da poboación local, que daba apoio loxístico en forma de alimentos, medicinas, armas ou acubillo, especialmente nas parroquias de Regoela e Soaserra”.
Lucía Veciño, de la FGS, alentó a continuar documentando el papel del nacionalismo en la guerrilla y también el de las mujeres, que fueron, indicó, “alma das redes de apoio, mantendo vivo o espírito da resistencia”. Su complicidad y compromiso fue, “vital para que guerrilla durase tantos anos nos montes galegos”.