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El «santuario» ecológico de Ferrol: «Esto no lo vas a ver en ningún otro museo de España»

 



El Museo de Historia Natural alberga colecciones únicas a nivel autonómico y nacional

10 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Museo de Historia Natural de Ferrol es uno de los lugares imprescindibles que cualquier vecino o turista debe visitar al menos una vez en su vida. Se trata, junto al museo universitario en Santiago de Compostela, de la única instalación de su tipo en todo el territorio gallego, excepcional incluso a escala estatal.

«Esto no lo vas a ver en ningún otro museo de España, no en un único pasillo», dice Xan Rodríguez Silvar, delegado y miembro original de la Sociedade Galega de Historia Natural, fundadora del museo. Se refiere a los especímenes reunidos en el espacio que conecta las salas terrestre y marítima de la segunda planta del museo, donde a escasos metros de distancia conviven criaturas legendarias como el calamar gigante, el tiburón duende o el craneo de un pez espada, entre otros. 

Desde ese mismo punto, puede verse el esqueleto de una imponente ballena jorobada de 18 metros, suspendido sobre restos fósiles y embotellados de animales marinos, una colección decimonónica de conchas filipinas y muchas otras maravillas. En mayo, se unían a esta peculiar familia los restos oseos de una candorca; relata Rodríguez Silvar que este mamífero marino quedaba varado en Burela hace años, llegando a las instalaciones del museo el año pasado.

Xan Rodríguez Silvar muestra la sala que alberga diversos tipos de rocas, minerales y piedras preciosas
Xan Rodríguez Silvar muestra la sala que alberga diversos tipos de rocas, minerales y piedras preciosas SANTIAGO PÉREZ

En las dependencias reposa también una magnifica exhibición de rocas y minerales del xeoparque de Cabo Ortegal, así como cientos de muestras vegetales y taxidérmicas, tanto autóctonas como originarias del resto de la península o incluso procedentes de ultramar, como una muestra de una acacia japonesa que llegó a Ferrol vía las actividades comerciales y militares del puerto local.

Un museo defensor de la naturaleza

Las exposiciones no solo permiten indagar en siglos de historia natural, ponen además de relieve sucesos de total actualidad: en la colección de entomología se ha dedicado un pequeño espacio a la avispa velutina y al avispón europeo, un insecto desafortunadamente similar a la velutina que, como subraya Rodríguez Silvar, no es agresivo ni invasor, pero que ha padecido la persecución de su prima lejana.

Tales labores de difusión son una vertiente más de la defensa medioambiental que abandera la SGHN, de la que el museo es también escaparate: en la sala marítima se encuentra un rincón con piezas vinculadas a la caza de ballenas, práctica extendida en aguas gallegas hasta su prohibición en 1982, hito del que participó activamente la entidad ligada al museo.

Y es que este espacio es mucho más que un lugar de exhibición, es un «santuario» en el que «estudiar, divulgar y proteger», el legado de la naturaleza, indica Silvar. La adquisición de los especímenes y muestras está condicionada por esa idiosincrasia: su procedencia va de la cesión de colecciones particulares y de miembros la Sociedade de Historia Natural de Galicia, a la labor voluntaria de recogida de restos orgánicos producto de defunciones naturales o accidentales.

Pieles de mamíferos protegidas entre láminas de metacrilato, una medida de conservación para proteger estas piezas.
Pieles de mamíferos protegidas entre láminas de metacrilato, una medida de conservación para proteger estas piezas. SANTIAGO PÉREZ

Verano en el museo

Berta Rodríguez, monitora en el museo, indica que en julio recibieron a 908 personas y esperan que las cifras de agosto superen ese número: en lo que llevan de mes, han registrado 493 visitas, 120 tan solo durante el día de ayer.

En agosto el museo abre de 10.30 a 14.00 horas todos los días salvo los lunes. El acceso al edificio y las exposiciones es completamente gratuito.