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Ferrol llora la muerte de Tito Pena

 

Ferrol llora la muerte de Tito Pena, un hombre «bueno, íntegro y comprometido»

B. ANTÓNFERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Tito Pena, en una imagen tomada el pasado mes de diciembre en la residencia de Caranza
Tito Pena, en una imagen tomada el pasado mes de diciembre en la residencia de Caranza JOSE PARDO

Histórico dirigente de Asfedro, presidió la asociación vecinal de Caranza y fue un «socialista de pro»

24 feb 2023 . Actualizado a las 15:27 h.

Augusto Pena Maceiras, para siempre Tito Pena, era toda una institución en Ferrol y también en Caranza, el barrio que lo vio crecer y convertirse en un hombre «bueno, leal, íntegro y comprometido», como lo recuerdan sus allegados. Por eso la noticia de su muerte este jueves en Ferrol, a los 93 años de edad, ha causado una gran conmoción en la ciudad.

Trabajador del naval desde los 14 años —cuando ingresó en el astillero como aprendiz—, Tito fue miembro del primer comité de empresa de «la Bazán» de la época democrática. También estuvo al frente de la Asociación de Vecinos de Caranza, presidió la asociación de padres del colegio Lestonnac y ayudó a poner en pie la Asociación Párkinson Ferrolterra y la Hermandad de Donantes de Sangre. Pero si por algo su nombre ya un ocupa un lugar de honor en la historia de Ferrol es por su incasable lucha contra las drogas, una labor que ejerció a través de Asfedro, entidad que impulsó y de la que fue presidente desde finales de los ochenta y hasta mediados de los años noventa.

En una entrevista publicada por La Voz hace algunos años, Tito proclamaba que «hay que estar con los que sufren» y fue precisamente esa fuerte convicción la que le llevó a pelear con todas sus fuerzas para poner en marcha la comunidad terapéutica de O Confurco, uno de los principales de pilares de Galicia para la rehabilitación y reinserción social de los toxicómanos.

Pero, además de todo el trabajo que desempeñó al frente de Asfredo, Tito Pena también fue «un socialista de pro», de esos que trabajan a destajo por el partido en la sombra, sin querer figurar nunca en los titulares de prensa ni escalar peldaños en las listas electorales. Su entrega y dedicación le valió el nombramiento de presidente de honor de la agrupación ferrolana del PSOE, desde la que en las últimas horas no han dejado de brotar mensajes de cariño y condolencias por su pérdida. «Tito foi sempre unha persoa moi comprometida tanto política como socialmente. Ademais de ser un dos principais impulsores de Asfedro, contribuíu enormemente ao desenvolvemento do barrio de Caranza tal e como o coñecemos hoxe en día», destacaba poco después de conocer su fallecimiento el alcalde de Ferrol, Ángel Mato.

Casado con Esther Freijomil, junto a la que estos últimos años vivía en la residencia de Caranza, Tito deja cuatro hijos —Augusto, Carlota, Beatriz y Esther (ya fallecida)—, cinco nietos y un bisnieto. Todos ellos, su inseparable compañera de vida y el resto de su círculo más cercano lo recuerdan como una persona «muy familiar, honrada y fiel a sus principios». Pero, sobre todo, como un «hombre muy bueno» y «el mejor padre del mundo».