Por tanto, cuando el ministro compareció en el Parlamento en septiembre, las “pruebas” que reclamaba llevaban tres meses publicadas en este medio, al alcance de cualquiera. Y esto da lugar a dos hipótesis: la primera, poco probable, que el ministro no hubiera tenido ocasión de visionar los vídeos entre el 25 de junio y el 21 de septiembre; la segunda, que Grande-Marlaska mintiera en sede parlamentaria. Lo que parece claro es que el ministro de Interior ya ha debido de ver las imágenes, dado que este martes, 1 de noviembre, la cadena pública británica BBC emitió un documental de 30 minutos en el que recoge gran parte de las fotografías y vídeos que reprodujo Público en junio. El titular de la información con la que la BBC acompañaba este documental es rotundo y coincide con lo publicado por este diario tras la masacre: Cómo la policía española vio y no impidió que decenas de migrantes murieran en su frontera con Marruecos. De acuerdo a su investigación, los agentes marroquíes llegaron a arrastrar cadáveres desde suelo español a Marruecos. "Podemos ver cuerpos sin vida que son arrojados de un lado a otro, personas que sangran y agonizan, a las que parece que no se les ofrece asistencia", señala la cadena en uno de sus tuits sobre el contenido de los vídeos.
También coinciden los testimonios que la BBC recoge con los que Público pudo obtener en Casablanca días después de la tragedia, adonde desplazó a un reportero en busca de testigos supervivientes de lo sucedido. A pesar de todo, tras conocerse el documental de la BBC, Interior ha insistido en que la Guardia Civil actuó de manera proporcionada. Y fuentes del ministerio citadas por Efe, haciendo de nuevo caso omiso de las imágenes, califican de "decepcionante y sorprendente" que se hagan acusaciones "de gran gravedad sin el sustento de ninguna prueba". El documental de la BBC es un espaldarazo a las informaciones reveladas en su día por Público y coloca en órbita internacional un asunto de una gravedad extrema que, de lo contrario, habría quedado reducido al ámbito doméstico. Igual que lo hizo este diario en junio, la BBC ofrece pruebas que son irrefutables y que ahora, gracias a su difusión internacional, pueden poner en algún aprieto al Gobierno de España. Las violaciones de derechos fundamentales no pueden quedar impunes, las cometa quien las cometa. En Público lo tenemos claro y por eso dedicamos tiempo, esfuerzo y recursos económicos a investigar los abusos de poder, sobre todo cuando estos se ceban con personas vulnerables. Nuestro alcance es modesto y estamos más que acostumbrados a que dentro de nuestras fronteras se reste importancia a las informaciones de Público y se mire para otro lado. No nos desanima, al contrario. Pero cuantas más voces se hagan eco de nuestras denuncias, más probable será que se haga justicia. Por eso hoy te pido que apoyes nuestro periodismo con tu suscripción, que contribuyas de forma activa a que Público pueda seguir siendo la avanzadilla en la visibilización de tropelías como las que se cometieron en Melilla el pasado mes de junio. Te necesitamos.
Virginia Pérez Alonso Directora de Público |