La Sareb da esperanza a las familias de Narón en riesgo de desahucio
Afectados por contratos irregulares de alquiler comparecieron en el juzgado
17 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Nervios, incertidumbre y el objetivo de «poder seguir viviendo en los pisos que convertimos en nuestros hogares». Así afrontaron los inquilinos de las viviendas afectadas por una orden de desahucio en los bloques 5 y 7 de la plaza del Asilo, en la parroquia naronesa de Piñeiros, la comparecencia que se desarrolló a lo largo de la mañana de ayer, viernes, en las dependencias del juzgado de primera instancia número 2 de Ferrol.
Los hechos se remontan a noviembre de 2021, cuando un total de 15 arrendatarios recibieron un aviso en el que se les notificaba que antes del 2 de diciembre tenían que vaciar sus pisos porque, para esa misma fecha, estaba previsto ejecutar el alzamiento de las viviendas. Este grupo de afectados, que venía pagando las cuotas de manera periódica, tuvo entonces conocimiento de que los pisos, cuyos alquileres habían sido gestionados a través de la Inmobiliaria Pardo y abonados a hasta tres sociedades distintas, pertenecían a la Sareb.
Un extremo que, según manifestaron desde un primer momento los inquilinos, les era «totalmente desconocido». Tras la paralización de la orden de ejecución del alzamiento y a la espera de un dictamen sobre su situación, las familias comenzaron a depositar sus alquileres en dependencias judiciales. Diez meses después, siete de las quince familias que recibieron la notificación de desahucio comparecieron en sede judicial.
«Hay familias que, por desgaste, decidieron abandonar y buscaron otros pisos», detalla María del Pilar, una de las inquilinas que optó por permanecer en la vivienda. «En mi caso, yo tenía claro que quería quedarme hasta el final porque no voy a encontrar un piso que reúna estas características», profundiza. Coincide Pablo Melaski, arrendatario y portavoz de los afectados, que llevaba meses planteando la posibilidad de que los inquilinos que así lo deseasen pudiesen ejercer la opción de compra a la Sareb o llegar a un acuerdo para regularizar y dar continuidad a los contratos de alquiler.
«La magistrada lo primero que nos ha preguntado es si teníamos interés en continuar residiendo en el piso y si estábamos dispuestos a suscribir un contrato con la Sareb», determinaba Melaski a su salida de la sala de vistas. Una línea, que según detalla el inquilino, ha sido común a la totalidad de comparecientes, que estuvieron acompañados por representantes del BNG de Narón y Ferrol.