MONUMENTO
AL 10 DE MARZO: SÍMBOLO DE LA CLASE OBRERA GALLEGA
Hace tan solo una semana, se presentaba en
el Parador de Turismo de Ferrol, la
iniciativa que Memoria Histórica Democrática y la Asociación Fuco Buxán, respaldadas
por una veintena de agrupaciones y cientos de ciudadanos, habían elaborado para
celebrar, en el 2022, el 50 Aniversario de los trágicos acontecimientos sucedidos en 1972 a
nivel de Galicia, primero en Ferrol e, inmediatamente, en Vigo y otras
localidades, dando lugar al reconocimiento parlamentario de la jornada del 10
de marzo como “Día da Clase Obreira Galega”.
En dicho Manifiesto, que expresaba la
voluntad de considerar todo el año afectado por esa celebración, se señalaron
algunos rasgos fundamentales de ese Aniversario, destacando, entre ellos, un
tema concreto: la voluntad de rescatar de la vergonzante marginalidad el simbólico y
significativo Monumento que le hace justicia; para ello, resulta imprescindible
su traslado al centro de la plaza, donde le corresponde de pleno derecho.
En paralelo, se reclama
la denominación de “Plaza do 10 de marzo” al espacio público abarcado.
En su día, 12 de septiembre de 1994, había
publicado, en este mismo diario, una carta dirigida al Sr. Alcalde,
recordándole que la remodelación de toda la zona había desplazado la ubicación del
Monumento.
En dicho escrito, me
expresaba en los siguientes términos: “Tras las obras de remodelación de la
entrada a la ciudad y la creación de una plaza, desplazando lateralmente las
carreteras de entrada y salida, el Monumento al “10 de marzo” ha sido marginado
de forma extrema…”.
Ateniéndonos a la Verdad Histórica, la
intervención policial del día de autos, con la pretensión de cortar por la
mitad la manifestación que, desde la Estrada de Castela, discurría ya por la
Carretera de las Pías (denominada en aquellos momentos como Av. Jorge Vigón),
había llegado y hasta superado la actual zona de emplazamiento del Monumento,
hasta que la heroica respuesta de los trabajadores- piedras contra fusiles- les
obligó a retroceder y refugiarse en el Cuartel.
Esa brutal intervención
de “las fuerzas del orden” obligó a los trabajadores a desplazarse a la zona de
entrada de la carretera para ponerse a salvo.
Quienes hemos sido testigos directos de los
hechos sabemos que fue el lugar que hoy ocupa la “Puerta Nueva”, el centro de
todos aquellos hechos, que habrían de culminar con la muerte de los compañeros
Amador y Daniel por disparos de la Policía, que causaron, además, numerosos
heridos indefensos, reos del delito de demandar una vida digna para sus
familias.
Sabemos también que las
dos vías de entrada y salida a la ciudad, coincidían con el centro de la actual
plaza, por lo que nuestra pretensión de traslado del monumento está más que
justificada.
Por todo ello, reclamo la mayor atención a
esta exigencia y su cumplimiento, cuando han trascurrido 50 años de aquellos
acontecimientos con proyección histórica, presentes todavía en una memoria
ciudadana, merecedora de Verdad y de Justicia.
Si “…exigimos un decoroso y digno
emplazamiento del monumento en lugar privilegiado de la nueva plaza…”, lo
hacemos para sacarlo de la incomprensible marginalidad a que, por razones no lo
suficientemente explicadas, se ha visto relegado. Su autor, Xoan Xosé Braxe
Rei, artista comprometido y solidario, también se lo merece.
La efemérides del 10 de marzo significa
para Ferrol y sus Trabajadoras y Trabajadores - como lo representa para Galicia
(y aún más allá)-, una fecha de insoslayable referencia en el largo camino por
conseguir Derechos y Libertades qué la dictadura franquista había negado por
más de una cuarentena de años a lo Sociedad Española.
La Clase Obrera Gallega
hoy nos demanda que tanto esfuerzo, tanto sacrificio, tanta sangre derramada no
hayan sido en vano y, de igual modo, que se le reconozca su protagonismo en la
vanguardia, a lo largo y ancho de nuestra Longa Noite de Pedra, algo que, por
desgracia, están pretendiendo sepultar en el olvido unas voces que sólo
representan el rostro más oscuro y siniestro del fascismo ilustrado.
Ferrol, 15 de octubre
de 2021
Rafael Pillado