Por Juan C. Valle “Karlotti”, socio da A.C. Fuco Buxán.
Ha muerto?, Hay personas que nos dan la vida, incluso cuando dicen adiós, y es que como todas a las que amamos, viene a habitar LA ALDEA DEL CORAZÓN de cada uno de nosotros.
Incluso para los que no lo tuvieron en cuenta en vida, o solo de un modo oportunista, en los últimos años, se arrimaron a él, viendo en ello una fuente de BENEFICIOS, no espirituales, ni de vida, ni de conocimiento o experiencia existencial, o solo por el placer magnífico deexperimentar lo que sólo los poetas de verdad son capaces de provocar, hacen de su muerte un NEGOCIO NECRÓFILO.
Le conocí de la mano de Pinho, y siempre cuando salíamos de las madrugadas, indemnes a duras penas, y él siempre por las Avenidas del día, con la bahía de Vigo llenandole de orillas los bolsillos, lo encontrabamos en una de las varias cafeterías que abrían a primeras horas de la mañana, caminaba recitando el mundo, siempre elegante como los antiguos rapsodas, (Dijo Manuel Rivas, hace tiempo, que Carlos era el mejor rapsoda de Europa) Años después, en el 87, aún compartimos más horas, siempre mediados por el respeto que nos merecía, y sobre todo por la admiración.
Aún tengo, siempre a mi lado, CABALUM, la primera edición dedicada por él.
Pasarían años hasta que por tercera vez, y esta bajo las orgullosas grúas en extinción, en las dobladas calles de Ferrol, y en un estado de gracia que tres tipos con ideas, y sobre todo, apasionados por la palabra encarnada que la poesía pone en nuestras manos:
MARCOS LORENZO, sin él es impensable que lo que hoy es una consolidada cita de LA POESÍA SALVAXE, se hiciera real. Convergieron tres personas, decía, para las cuales la poesía es EL MODO DE HABITAR EL MUNDO Y DE HACERLO EXPERIENCIA TOTAL:
Guillermo Ferrandez, Karlotti, y Marcos Lorenzo.
Tuvimos claro, sin la menor duda, que la idea fundacional de la poesía en la calle, el llevar la poesía a su medio natural, donde la palabra y la vida se aparean para hacerse verdad, a cada instante, era CARLOS OROZA, era él, su decir, el que mejor mostraba lo que queríamos que fuera esta cita.
Y así fue desde el primer momento, el EMBLEMA DE LA SEMANA SALVAXE.
Era el maestro, el que al escucharle, turbaba las certezas, y abría la puerta que solo los Chamanes son capaces de ver, de abrir y de cruzar, y de allí volver y revelarnos la parte del sueño que solo en el insomnio encendido es capaz el hombre de hacerlo experiencia.
Estamos orgullosos de ser sus amigos, de haberlo dado a conocer a muchos jóvenes, y desde la dignidad más radical, ayudar a que se le tuviera en cuenta como lo que era, uno de
los grandes poetas de estos tiempos.
Larga vida a CARLOS OROZA, en el corazón de las personas que le conocimos y admiramos, y de las que, sin duda le conocerán, y sabrán apreciar el poder de la palabra encarnada para sobrevivir al poder de la miserable abundancia, y su mezquindad.
Hoy somos afortunados.