En un acto que representa más que un simple traslado forzoso, el vuelo que llegó a Brasil de Estados Unidos, refleja el trato denigrante hecho por el gobierno de Trump hacia los migrantes Este viernes partió un vuelo de Estados Unidos a Brasil, con un total de ochenta y ocho deportados brasileños, entre ellos, los hombres viajaron esposados y con grilletes, vigilados por los agentes de inmigración estadounidenses. A bordo, el descontento incrementó por los reiterados fallos como el del aire acondicionado y estalló cuando el avión se quedó atascado en la pista de una ciudad de la calurosa selva amazónica. De acuerdo con las entrevistas con seis de los deportados , el vuelo fue un maltrato sin precedentes, desde el no proporcionarles agua, empujones, gritos, llantos de niños, pasajeros con desmayos y agentes bloqueando las salidas. Ante los problemas, los pasajeros no tuvieron otra opción que tirar de las palancas para desbloquear dos salidas de emergencia, y los hombres encadenados...
“Andar ergueitos, falar forte e nunca máis esquecer o noso norte."